TVE ha considerado que, si algo hay en este momento que interese a los telespectadores españoles, además del fútbol, es el festival de Eurovisión. “Operación Triunfo” ha puesto en marcha una maquinaria que le está dando buenos dividendos, y no duda en explotar al máximo el tirón de los chicos de la Academia. Después del éxito de “Triunfomanía”, una especie de “teletienda” de larga duración que tuvo bastante audiencia, el miércoles montó un adelanto de la gala final del festival en el programa “Tiempo al tiempo” que presenta Concha Velasco.
Antes de que la realidad fastidie un buen negocio, en “La primera”, un jurado compuesto por José Luis Uribarri, Massiel, el cantante Alejandro, Paco Clavel y la propia Concha Velasco, hizo un simulacro de votación en el que, por delante de Suecia, Alemania y Bélgica, que fueron los países mejor puntuados por el improvisado tribunal, se alzó con el primer premio “la Rosa de España”. José Luis Uribarri, que es el libro de Petete del festival, además de contar vida y milagros de los representantes de los países que participan, enarboló la bandera patriótica para justificar la máxima puntuación a la cantante española. Ya no importa cómo quede Rosa y su coro el próximo mes, lo que manda TVE es que la bola siga rodando unas semanas más con aire triunfal entonando un alirón que mantenga al equipo en el primer puesto.
La cadena pública piensa que con “Operación triunfo” y “Cuéntame” ya hace bastante por el “interés general” de la audiencia. Entre Chenoa, Bisbal, Bustamante, Rosa, Los Alcántara y los Altamira, ya ofrece suficientes dosis de “patriotismo televisual”. Massiel y Uribarri le salen más baratos que los equipos de fútbol y, además, hacen que nuestro equipo gane incluso antes de jugar la final.
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