La tregua política en TVE y la guerra de las series de ficción son los dos elementos más destacados del panorama televisivo a la vuelta de las minivacaciones de Semana Santa. Zapatero ya ha anunciado que le gustaría tener al frente de la cadena pública a un profesor universitario, pero no ha dicho si éste sería el que llama director provisional o el definitivo que salga de las Cortes dentro de año y medio.
Entretanto, Urdaci sigue dando noticias y, lo que es más significativo, Ignacio Salas, presidente de la Academia de Televisión, ya se ha apresurado a hacer socios de honor al puñado de "sabios" y expertos que tiene Zapatero como mentes pensantes: Fernando Savater, Victoria Camps y Enrique Bustamente.
Parece que va a haber una cierta tregua hasta que se entre en materia de contenidos y un parón en el plan de saneamiento, que es el asunto más peliagudo que tiene planteado TVE desde hace varias legislaturas y al que nadie quiere hincarle el diente. Probablemente, en los próximos meses, el descenso de audiencia de TVE se coronará con la gran victoria de Telecinco y el avance de las "localias" que van ganando posiciones por los márgenes.
Dicen que el humor es lo que la gente va a demandar esta temporada. Tiempo es, aunque Cruz y raya hayan cerrado la tienda el domingo de Resurrección, de series medio jocosas en las que se le da vueltas a guiones similares en distintas cadenas. El estreno en Antena 3 de "Mis adorables vecinos", que recupera alguna idea de "Paco y Veva" con el contraste entre nuevos ricos y acomodados clásicos, es la última aportación a una guerra de series en las que se van a medir las campeonas de temporadas anteriores con los nuevos inventos. 
La exitosa "Cuéntame", santo y seña de TVE, tendrá que huir de la contraprogramación de Telecino con "Los Serrano". "Siete vidas" intentará seguir dando caña, y no hay demasiadas esperanzas de que Emilio Aragón consiga aumentar sus seguidores con "Casi Perfectos". Antena 3, que con "Aquí no hay quien viva" se ha dado una alegría y ha catapultado a José Luis Moreno como gran productor de ficción, tiene que combatir contra la artillería pesada de Telecinco, que descansa un poco en vacaciones, pero luego vuelve a la carga con el desparpajo y la agresividad que les caracteriza.
La guerra de las series es una de las verdades del día a día televisivo, marcado por la repetición de esquemas y un toque de humor con referencias a la actualidad. Mientras TVE entra en una tregua con la que será condescendiente, una parte de la crítica ya ha empezado a lanzar ataques contra la Telemadrid de José Manuel Soriano y que estará amenizada por el goteo de ideas de unos expertos y "sabios" que, a poco que lo sean, dejarán por imposible el endiablado, ruinoso y anquiloso universo de la televisión pública más onerosa de occidente.