Tele 5 va a intentar dar el pelotazo de audiencia el domingo por la noche con la serie “Javier ya no vive solo”. Emilio Aragón, que tiene grandes habilidades como “showman”, empresario, actor y cantante, se la juega esta temporada estrenando una telecomedia que borre su imagen en “Médico de familia” sin perder las ventajas de una popularidad que se cifró en diez millones de telespectadores en su mejor momento.
La familia de Javier está compuesta por un amigo abandonado por su novia al pie del altar (Fernando Guillén Cuervo) y dos sobrinas de quince y ocho años que tienen a su padre en la cárcel. Esta no es, desde luego, una familia convencional, ni Javier, un cuarentón desengañado y ligón, el modelo de padre. Sin embargo, lo que resulta más convincente de una serie que pinta de crápula a Emilio Aragón y le hace fumar sin convicción es cuando se pone tierno. Como ahora las mediciones de audiencia son automáticas, se verá si el lado bueno de Javier funciona mejor que el vicioso y enemigo del matrimonio. Emilio Aragón, que no tiene un pelo de tonto aunque despiste con la mirada más que Jerry Lewis, sabrá cómo dosificar su doble personalidad y administrar el pan que trae Nuria Roca en nombre del patrocinador de la serie, que es nada menos que “El Corte Inglés”, un seguro que le hace falta a una empresa tan arriesgada como es, hoy por hoy, producir una serie de televisión nueva.
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