Pío Cabanillas, portavoz del Gobierno y ex Director General de RTVE, llevaba un tiempo sin meter la pata en sus labores de pregonero del Ejecutivo pero, en cuanto se le ha ocurrido hablar sobre la financiación del Ente, le ha entrado la “tontuna” y ha dado una explicación peregrina de la necesidad de obtener ingresos por partida doble: con cargo a los presupuestos del Estado y por la vía publicitaria.
Según él, o alguna lumbrera alojada en el poder, la doble financiación es casi un ideal democrático. Gracias a que el contribuyente paga la cadena pública, se consigue una estabilidad a medio plazo y, en virtud de los ingresos por publicidad, la audiencia evita que los gestores se conviertan en déspotas ilustrados. Las dos fuentes no serían un abuso y una manifestación de competencia desleal con los medios privados, sino un apaño perfecto entre la estabilidad casi constitucional y la acción puntual del pueblo para hacer valer su soberanía.
Lo del despotismo ilustrado ejercido a través de TVE lo tendría que explicar un poco más el portavoz, ya que estuvo en los secretos de la casa, porque el común de los espectadores lo único que ve es despotismo bárbaro en los programas de mayor audiencia y algo de ilustración en lugares oscuros y vergonzantes.
Como no haya mayores ideas y explicaciones sobre las finanzas de RTVE que las que nos ha dado Pío Cabanillas, habrá que pensar que fue inútil su paso por Prado del Rey. O, tras su paso por allí, ha elaborado una nueva teoría sobre la televisión y el despotismo ilustrado que convendría fuera conocida por todos los públicos.
En Sociedad
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro