La retirada fulminante de la parrilla de Tele 5 del concurso “50 por 15. ¿Quiere ser millonario?” es todo un síntoma de un cambio de hábitos en los televidentes que puede ser coyuntural, pero que resulta muy acentuado. Con la llegada del otoño Tele 5 echó mano otra vez de Carlos Sobera, a pesar de que ya habían anunciado la retirada del concurso porque daba signos de agotamiento. Sin embargo, la necesidad de hacer frente a las iniciativas nocturnas de la competencia hicieron que volviera en “prime time”, pero semanalmente. La audiencia respondió sin entusiasmo, y tampoco lo mostró por el concurso de Antena 3 “Pasapalabra”, que había sido un fuerte competidor la pasada temporada.
Parecía que el público estaba cansándose de estos programas cuando llegó la guerra que ha acabado de darles un golpe mortal. Ya no es sólo que algunos programas informativos de Antena 3 y TVE hayan sido los causantes directos de la eliminación de Sobera de la pantalla –salvo para hacer publicidad de Nissan–, sino que los telespectadores han entrado en una dinámica de apetito por la noticia que les lleva a no estar pendientes de un concurso que está hecho para que no zapees. Quizá no son estos los días más apropiados para estar tranquilamente en casa intentando adivinar preguntas durante una hora cuando el mundo puede cambiar en pocos minutos. Y ¿a quién le importa cómo se gana tacita a tacita un millón cuando interesa ganar de golpe antes de que el destino se lo lleve todo en un minuto?
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