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Encarna Jiménez

Rajoy en Telecinco

La entrevista de Juan Pedro Valentín en Telecinco con Mariano Rajoy ha sido la primera de esta campaña electoral que ha tenido el interés suficiente como para no fijarse en la puesta en escena ni en los guiones que suelen preparar los equipos de imagen. Después de la realizada a Rodríguez Zapatero la semana pasada, la temperatura política ha subido tanto que la presencia del candidato a la presidencia por el Partido Popular tenía un especial interés.
 
Como no podía ser de otra manera, el entrevistador entró directamente con las consecuencias derivadas de las conversaciones con ETA de Esquerra Republicana de Cataluña, y ahí salió Rajoy con el turbo puesto, con argumentos y un dominio de la situación que mantuvo durante la media hora más aprovechada que ha podido tener el líder del PP. Aunque haya quien piense, desde los partidos, que los entrevistadores amables, como Urdaci, son la mejor manera de acercarse al votante, hay que reconocer que Valentín, sin ser untuoso, sacó lo mejor de Mariano Rajoy. El líder del PP, que no buscaba titulares tópicos, echó mano de su experiencia como Ministro del Interior y de Administraciones Públicas para dejar claro que dominaba, tanto los términos de la lucha antiterrorista, como de la articulación de la España autonómica.
 
"No seré presidente del Gobierno para que mi país deje de ser mi país", fue una de las frases que dijo a un ritmo que nada tiene que ver con el estilo cadencioso que suele utilizar a menudo. Rápido en las respuestas, con un movimiento de ojos que evidenciaba que se estaba empleando a fondo en los argumentos, sorteó también las preguntas difíciles como la hipotética ilegalización de Esquerra Republicana y, sobre todo, la guerra de Irak, que sigue siendo una herida abierta que le puede suponer una cierta sangría de votos al PP.
 
La entrevista acabó con sus tres ejes principales de acción si gana las elecciones: acuerdo sobre el empleo, diálogo con las comunidades autónomas en torno a vivienda, salud y educación, y seguridad. Con estas propuestas concluyó la primera entrevista de campaña en la que Mariano Rajoy ha sacado el nervio, sin alharacas, y demostrando que, quizá las circunstancias excepcionales de la política española en estos días, han hecho que los políticos tengan que dar la talla ante los ciudadanos.
 
Valentín no le ahorró preguntas comprometidas, pero Rajoy "rejoneó" con poderío.

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