“X ti” es el escueto título que tiene el último “reality” que ha estrenado Antena 3. La conductora, Paula Vázquez, apenas repuesta de su experiencia en “La isla de los famo-SOS”, ya ha aparecido con su voz cascada en una producción de “Zeppelin”, la empresa que hizo el último “Gran Hermano” y que siempre anda a la zaga de “Gestmusic”, ahora encargada de poner en marcha “Hotel Glamour” para Telecinco. Como pue-de verse, las dos grandes cadenas privadas siguen apostando fuerte por los encierros vigilados en todas sus variedades sin dar tregua al espectador ni a la competencia.
En “X ti” tres solteros intentarán encontrar novia entre do-ce mujeres con ganas de marcha, dinero, fama y, se supone, amor. A lo largo de tres meses quien se sienta atraído por ver cómo se lo monta esta cuadrilla tiene la oportunidad de seguir las incidencias con guión abierto en Antena 3. Para abrir boca, el domingo se estrenó la casa, antigua sede de la abortada “Escuela de actores”, para presentarnos a los protagonistas. Ellos, todos guapos, no son falsos millona-rios como los de un programa similar en EEUU, pero no parece que sean Richard Gere en “Pretty woman aunque se lo crean.
Angel, un “hombre Martini” hispano-inglés, dice que es “bro-ker”, aunque no se sabe si rompe la bolsa o los corazones. Alberto es ertzaina, sin duda en excedencia, y Rafael se ca-lifica de empresario. Tiene una casa de bronceado, ha estu-diado arte dramático en Nueva York y se mueve con soltura en el mundo del espectáculo, ya sea cine o televisión.
Ellas tienen una profesión tan difusa como los que pretenden conquistar. Muchas modelos de un solo pase y estudios diver-sos, aunque más de una aparece como modelo, relaciones pú-blicas, marketing y similares. El premio para la pareja ga-nadora será de 100 millones de pesetas, la mitad lo cobrará al terminar el concurso y el resto en cinco años si acredi-tan seguir conviviendo. Para entonces ya nadie se acordará de ellos pero, mientras tanto, los curiosos de los amoríos televisados pueden aprenderse los nombres de tres solteros que han decidido exhibirse en plena conquista de las mujeres de dentro y fuera de la casa. El espectáculo de corral está servido.
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