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Enrique Dans

Twitter y cerebros 2.0

Twitter, claramente, es una herramienta para unir, no para aislar. No hay más que empezar a usarlo para sentirse uno más cerca de sus amigos, aunque vivan en el otro lado del mundo.

Un nuevo fenómeno de los denominados "virales" recorre la Web con enorme fuerza desde hace unas pocas semanas: se llama Twitter, y es una idea tan radicalmente simple como el que una persona pueda crear una página sencilla en la que, mediante un ordenador o un teléfono móvil, cuente en forma de mensajes cortos qué está haciendo en cada momento, con la frecuencia que estime oportuna, y en un máximo de ciento cuarenta caracteres. Además, la página permite decidir si se quiere que esos mensajes sean públicos o privados, que otras personas se suscriban a tus mensajes ("followers" o "seguidores"), y que la persona pueda además corresponderles suscribiéndose a los suyos (en cuyo caso pasan a ser directamente "friends", "amigos").

La idea, entre cuyos fundadores aparece el creador de un éxito de la red tan importante como Blogger, Ev Williams, es tan simple como el mecanismo de un cubo (hasta el punto que la compañía que lo lanza, basada en California, se denomina Obvious Corporation), pero ha desencadenado desde principios de Marzo una súbita pasión por "contarle tu vida al mundo" que ha llevado a unos cuantos miles de personas a establecer páginas personales en las que aparecen todos los mensajes de aquellos que han definido como amigos, de manera que pueden ver, en un vistazo, dónde están o a qué se están dedicando cada uno de ellos, e interactuar mediante mensajes a todos ellos, o personales dirigidos a uno en concreto.

En realidad, la idea llevaba en marcha desde el pasado verano, pero ha sido en marzo cuando, a raíz de una conferencia tecnológica, varios bloggers empezaron a utilizarlo y a hablar de ello, momento en el que se desencadenó una verdadera epidemia. En poco tiempo, el número de mensajes ha pasado de veinte mil a más de setenta mil con un desenfrenado ritmo de crecimiento, y el sitio tiene ya incluso problemas de disponibilidad: a determinadas horas, la carga de la página se realiza de manera irregular o tarda sensiblemente más de lo que sería recomendable.

¿Qué hace que las personas se lancen de la noche a la mañana a crear esta especie de mini-blogs con amigos y seguidores, en los que publican cada muy poco tiempo esas frases cortas que definen sus actividades, sus pensamientos, su estado de ánimo o lo que se les pasa por la imaginación? En primer lugar, como comentábamos anteriormente, la absoluta y radical simplicidad de la idea. Es para lo que es, ni más ni menos, hace una sola cosa, y la hace normalmente bien. En segundo lugar, posee todos los elementos para un desarrollo epidémico: se transmite de amigo a amigo mediante invitaciones y búsquedas, y permite visualizar las estadísticas de cada usuario, lo que posibilita el establecimiento de una generalmente sana competencia por tener más amigos, más seguidores, o por publicar más mensajes o updates.

Desde el punto de vista de un usuario con mi perfil, una persona que pasa un número elevado de horas delante de un ordenador, la idea resulta un tanto "agobiante", sobre todo al principio: no tienes porqué actualizar constantemente, pero intentas hacerlo, en parte por "seguir con el juego". Sin embargo, el lado contrario resulta muy gratificante y enormemente vicioso: poder ver en una sola página y de un solo vistazo información acerca de todos aquellos que has definido como amigos proporciona una muy interesante sensación de proximidad.

Los servicios de la compañía son completamente gratuitos, con el fin de facilitar la transmisión viral, y seguirán siendo gratuitos en el futuro. La compañía, sin embargo, se reserva la posibilidad de ir lanzando otros productos y funcionalidades afines, que podrían venir en forma de premium, de pago. Una estrategia que ya conocemos de muchos otros éxitos de la red, tales como Skype: crea una red lo más grande posible, y apaláncate en el tamaño de dicha red para desarrollar un modelo de negocio generalmente basado en "muchos poquitos". Es la conocida como Ley de Metcalfe: mientras el tamaño de una red suma miembros mediante una progresión aritmética, su valor teórico basado en el número de interacciones posibles lo hace mediante una progresión geométrica.

El súbito auge de Twitter nos lleva a dos interesantes consideraciones: por un lado, el más que patente error de todos aquellos agoreros que vaticinaban que Internet y los ordenadores eran una manera de aislar a las personas. Twitter, claramente, es una herramienta para unir, no para aislar. No hay más que empezar a usarlo para sentirse uno más cerca de sus amigos, aunque vivan en el otro lado del mundo. Por otro, una reflexión acerca del fenómeno de la interrupción: Twitter es una aplicación que nos interrumpe cada poco tiempo con las últimas actualizaciones acerca de nuestros amigos.

En pocos años, hemos ido pasando de interrupciones moderadas y espaciadas, como la puerta o el teléfono, a interrupciones más frecuentes como el e-mail o la lectura de noticias o blogs mediante RSS. Ahora llegan interrupciones casi constantes, como las que tienden a ocurrir en Twitter cuando se ha añadido ya a un buen puñado de amigos: el tiempo entre interrupciones se reduce, con el consiguiente problema de fijación de atención o rendimiento en trabajos que precisan un cierto nivel de concentración.

¿Todo un problema? Para mí y para usted, si tiene una edad superior a los treinta, seguramente sí. Nuestro limitado cerebro no está preparado para ello. Llevamos lentos procesadores 286 en nuestras cabezas, con una capacidad para multitarea limitada o casi nula. Pero ahora levante la cabeza y mire a su alrededor, a los niños: sus cerebros son diferentes. Superiores. Están equipados con potentes procesadores dual-core o quad-core, y pueden hacer cosas inasequibles a nosotros, como mantener una conversación a través de mensajería instantánea con cuatro personas a la vez en diferentes ventanas, mientras navegan en otra ventana, escuchan música, ven la tele y afirman además estar estudiando. Para ellos, Twitter es un desarrollo prácticamente "natural", una extensión de sus sentidos, de su atención, una vía de comunicación abierta de manera casi permanente con sus amigos. Y además, la clara demostración de la superioridad tecnológica de sus cerebros 2.0 de nativos digitales frente a los limitados 1.0 que llevamos esos inmigrantes digitales que somos sus mayores. Va a haber que pedir un upgrade...

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