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Enrique de Diego

Acto de homenaje y desagravio

La música es liberal, aunque haya algunas notas desacompasadas. Se mezclan trozos de obras de compositores diversos desde John Rawls, el padre de la socialdemocracia moderna (lo de Giddens no pasa de broma postmoderna), hasta Hannah Arendt, en su crítica a los dogmatismos, y una cita implícita y vergonzante de Karl Popper (“no explotación, no dominación, son dos expresiones en negativo, como le gustarían a un buen liberal”...). En la dicotomía libertad-igualdad se apuesta por la primera, y a la segunda no se la da una significación de homogeneidad e igualitarismo.

Es un avance considerable, que levantará más críticas dentro del PSOE que fuera. A la vista de la evolución, y considerando que aún quedan pasos por dar y lecciones por recibir, lo que se impone es que el partido socialista celebre un acto de homenaje y desagravio a los pocos liberales que en España han sido (y entre los que me cuento) por la serie ininterrumpida de descalificaciones, agresiones verbales e intentos de descrédito (por decir antes y mejor las cosas que apunta ahora Zapatero se nos situó en la extremaderecha) perpetrados de manera sistemática desde el partido socialista durante más de veinte años. No se puede llegar el último, y no respetar a los mayores.

Y no es baladí recordarle al secretario general del PSOE que un liberal no puede ser nacionalista, y menos serlo de una concepción cerrada y autoritaria de los nacionalismos.