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Enrique de Diego

En la antología del cinismo

La idea de Ibarretxe de que se debe entrar en una etapa de soluciones merece figurar en los primeros puestos de la antología del cinismo. Que se sepa, se trata del presidente del gobierno autónomo vasco. La ausencia de soluciones es, por tanto, responsabilidad suya. Que siga la riada de exilios de constitucionalistas es responsabilidad suya. Que la ertzaintza no detenga a un solo etarra es responsabilidad suya, y complicidad, cuanto menos tácita, con Eta. Que persista la falta de libertad, que se siga amedrentando a los concejales y cargos de PP y PSE, es responsabilidad suya.

Las pretensiones de ir de moderado, esas sí deben ocupar el primer lugar de la antología del cinismo. Cuando acaba de impulsar un acuerdo parlamentario secesionista, y se muestra dispuesto a caminar decidido por la senda del conflicto civil, la moderación brilla por su ausencia; es la de los viejos inquisidores, que llevaban a la gente a la hoguera en medio de fríos tecnicismos y con una selva de eufemismos.

El PNV ha marcado en, diversos momentos, objetivos a la banda terrorista. Y es notorio que, siempre, ha hecho todo lo posible para conseguir el mantenimiento de su estrategia violenta de lucha armada. Como es manifiesto, ahora está en la posición de abogado defensor de Batasuna. El PNV y el nacionalismo no son la solución, sino el problema. Y su discurso es el insulto permanente...a la inteligencia.