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Enrique de Diego

Ferrusola, ¿qué es Cataluña?

Se imaginan ustedes que Ana Botella o la esposa de Rodrigo Rato o de Jaime Mayor Oreja, hubieran dicho las machadas de Marta Ferrusola. Se imaginan ustedes que luego Mariano Rajoy hubiera dicho que tenía razón, como ha hecho el supercapo Artur Mas, el mayordomo de Pujol. Y se imaginan, por último, que el propio José María Aznar hubiera salido en defensa del “apartheid” y la superioridad de la raza blanca, siempre que hable en catalán, por supuesto, propuesta por Marta Ferrusola, cuyo lamento fundamental es, entre otras cosas, que los emigrantes no saben qué es Cataluña.

Y esa es para mí la cuestión más importante, sobre la que me interesaría ser ilustrado por esta anciana sureña con tonos de dirigente del Ku Klux Klan. Dejo al margen que todas las imaginaciones anteriores hubieran dado lugar a una supina zarabanda nacional, con agitación de todas las plumas patrias y con críticas de dirigentes socialistas y sindicales, mientras que aquí casi nadie ha dicho esta boca es mía o la Ferrusola desvaría, ni tan siquiera Josep Piqué, al que vemos apoyando en el País Vasco exactamente lo contrario de lo que apoya en Cataluña.

La idea de que los emigrantes han de saber qué es Cataluña me resulta muy interesante, como digo. Quizás Cataluña sea una nación blanca y cristiana, con capital religiosa en Monserrat, o un “organismo vivo” superior al conjunto de los ciudadanos, como decía el Sabin catalán, Enric Prat de la Riba, tan elogioso del odio como sentimiento propio del nacionalismo. Pero, además de que esa Cataluña es inexistente, porque es un esencialismo abstracto, en cualquier caso ese es un discurso de la extrema derecha. Que Jordi Pujol y Marta Ferrusola son la extrema derecha catalana, española y europea, ya lo sabíamos, aunque la izquierda y los intelectuales orgánicos del nacionalismo, como el melifluo Javier Tusell, se empeñen en ocultarlo y difuminarlo.

Cataluña es una sociedad plural, salvo para estos afrikaners. Vamos, que el discurso del nacionalismo catalán ha sido siempre muy parecido al de los sudafricanos contra los cafres y al de las fuerzas de Robert E. Lee y al “Alemania para los alemanes” pero faltaba que la “dona”, la Pilar Primo de Rivera del nacionalismo catalán nos lo explicitara de forma tan contundente y clarificadora. Aunque nos hemos quedado sin saber qué es Cataluña y me gustaría que de una vez se nos ilustrara sobre tan mistérica cuestión. Al menos, de España se ha dicho que es un enigma histórico, pero la Ferrusola debe estar a punto de eliminar el enigma de Cataluña. Algo podrían ayudarla los intelectuales y escritores catalanes nacionalistas para darle cierto celofán al racismo de mesa camilla y casino provinciano.

En España

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