Por muchos motivos, la Comisión de Investigación va a ser la Comisión Pilar Valiente. La postura de Aznar y del PP está clara de partida: las responsabilidades políticas ya han sido asumidas, y puede haber fallos en los mecanismos de control, de carácter estructural, no personal. Esta postura parte de una premisa mayor: ha sido la Comisión Nacional del Mercado de Valores la que ha desvelado la trama y ha llevado la cuestión a los tribunales. Esa premisa se acompaña de otras colaterales, como una cierta idealización de Antonio Camacho como mago de la estafa. Sin embargo, la realidad es que no hizo otra cosa que tener problemas con la Comisión. Por dos veces la inspección pidió la intervención sin que se sepan muy bien los motivos por los que todo quedo en agua de borrajas.
No parece que el PP quiera dejar caer a Pilar Valiente, porque eso crearía dificultades a Rodrigo Rato, pues fue quien nombró tanto a la actual presidente de la CNMV como a Enrique Giménez-Reyna, exsecretario de Estado de Hacienda, también quien firmó la elevación de Gescartera a agencia de valores.
Lo de que se actuó con celeridad, a tenor de los datos, parece querer hacer comulgar con ruedas de molino.
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