En lo referente al nacionalismo y al País Vasco, quienes están en contra, terminan por ser situados en el punto de mira, mientras que quienes se muestran favorables gozan de tranquilidad. Con frecuencia, en los medios de comunicación se pone una opinión a favor y otra en contra. Por supuesto, todo el mundo puede defender sus ideas, pero es evidente que la libertad está amenazada en el País Vasco como lo estaba en Alemania en los tiempos del nazismo. En Afganistán y en el País Vasco se persigue a las minorías y se busca el monopolio, al estilo Al-Jazeera. Hablar de democracia en el País Vasco tiene un alto porcentaje de voluntarismo y otro porcentaje añadido de sacrificio. La Libertad tiene un precio. En España, muy alto.
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