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Eva Miquel Subías

Mossos de Playmobil

Los autodenominados ecosocialistas no sólo demuestran, una vez más, no tener la menor idea de la diferencia entre Gobierno, Administración y Partido Político, sino que les importa tres pimientos.

Hay que reconocer que el particular universo de la señorita Pepis en el que parece se está convirtiendo parte del Gobierno de la Generalitat de Catalunya gracias a la incansable y tenaz labor de determinados personajes es una fuente inagotable de historias del más puro estilo surrealista italiano.

Ahora le toca el turno al incombustible Joan Saura, aunque me temo que nunca lo llegó a ceder desde que asumió la responsabilidad de estar al frente de la Conselleria d'Interior i de Relacions Institucionals i Participació. Permítanme que haga un breve repaso de los hechos.

El político ex comunista reciclado en ecologista tenía previsto impartir una charla –en calidad de consejero– sobre La modernización social y ecológica de Cataluña en la sede del MACBA el pasado día 11 de diciembre. Correcto. Aunque así, de entrada –disculpen mi ignorancia–, no sé si pensaba hablar sobre el concepto de modernización ecológica que el sociólogo alemán Joseph Huber acuñó a principios de los años ochenta –que sería muy interesante, pero nada tendría que ver con los temas de su competencia– o bien pretendía lanzar alguna arriesgada e innovadora propuesta, como un nuevo diseño de uniforme para la policía autonómica, con tejidos renovables, de suave y cálido Polartec de la Patagonia.

Al fin y al cabo, los funcionarios tardan algo más en entrar en calor, ya que gracias a las instrucciones del conseller, circulan más relajados por las calles de la Ciudad Condal, mientras los habituales antisistema se dedican a incendiar contenedores, a mutilar papeleras y a lanzar cualquier objeto contundente a los sufridos escaparates de los comercios del centro barcelonés.

Del mismo modo que a una persona con tendencias pirómanas no es recomendable nombrarla jefe de Bomberos, es altamente probable que alguien que ha apoyado públicamente en numerosas ocasiones a okupas, lanzadores profesionales antiglobalización o a los inmigrantes encerrados en iglesias con comportamientos manifiestamente mejorables, denote cierta desidia a la hora de contener esas actitudes. ¿O es que tampoco nadie recuerda que IC-V, la formación que lidera Saura, criticó el hecho de que los Mossos d'Esquadra portarán armas en un desfile el día de la Diada? ¿Qué pretendían? ¿Que lo hicieran con mazas y cintas como las gimnastas rítmicas? Por el amor de Dios, que se trata de los miembros del Cuerpo de Policía en Cataluña.

Bravo por quien ideó en su día su nombramiento, porque es un fenómeno.

Más. El mismo día de la conferencia circula un correo electrónico –que hemos podido ver impreso en La Vanguardia tras haber negado tajantemente su existencia el secretario general de Interior, Joan Boada– en el que se "hace necesario" que asistan a la misma los mandos con grado mínimo de inspector. Les recuerdo que el presente indicativo del verbo "caldre" –cal– implica una obligatoriedad. Vamos, que acudan moviendo el cucu. (Por lo visto, los catalanes tenían otros planes más sugerentes para esa tarde).

A partir de ahí, cruces de acusaciones: "yo no fui, fue el otro, yo no dije, pero...". El pan nuestro de cada día.

¿Imaginan por un instante que algo siquiera mínimamente similar lo hubiera llevado a cabo la ex delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas? Pues háganse una ligera idea, porque no habría quedado un metro cuadrado en las calles de nuestra querida Barcelona sin que hubiera alguien danzando y pidiendo su cabeza en bandeja, eso sí, de rafia reciclable.

Los autodenominados ecosocialistas no sólo demuestran, una vez más, no tener la menor idea de la diferencia entre Gobierno, Administración y Partido Político, sino que les importa tres pimientos. Niegan además sin el más mínimo pudor los hechos y la existencia del escrito que así lo constata, poniendo en evidencia la clara utilización a su antojo de un Cuerpo de Policía. Comportamientos dudosamente democráticos y de claro atentado a todo tipo de libertad. Algo, por otro lado, que también han parecido importarles bien poco, cuando les toca a ellos, por supuesto.

Espero que CiU, PP y Ciutadans pidan la dimisión inmediata del consejero, porque no es que se trate de una actuación frívola. La irresponsabilidad y la desfachatez, junto a la gravísima falta de respeto hacia los catalanes, hacia una institución como la Generalitat de Catalunya y hacia un Cuerpo de Policía como los Mossos d´Esquadra, en el que su propio jefe no cree, son motivos más que suficientes.

Así que desde aquí ruego a los Reyes Magos que depositen a Joan Saura el furgón de Playmobil con los clicks de los Mossos, para que juegue a su antojo a lo que parece ser le entusiasma, pero en su casa, con su dinero y en su alfombra ecológica de bambú.

Bon Nadal a tothom.

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