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La ofensiva de las FARC fuera de la inmensa “zona de despeje” del Caguán, la del ELN en distintas ciudades mediante coches bomba y la entrada en fuego también de las Autodefensas poniendo bombas en Bancos y otras instituciones configuran, en realidad, una misma política o, mejor, una misma farsa con tres actores distintos para un mismo papel que se disputan el favor del público atándolo a una butaca. ¿Y el empresario, el que debe contratar a uno o despedir a todos? No se sabe. El espectáculo “Pastrana Follies” podría recalar en Broadway la temporada que viene, tras dejar a deber el alquiler del teatro y a los actores sueltos por el patio de butacas sin que los acomodadores de uniforme puedan sujetarlos. Es un apocalipsis de bolsillo, porque sucede en un solo país, pero al que le toca padecer el fuego y el azufre, como si lo hubiera escrito el mismísimo San Juan.

Por supuesto, nada y todo tiene que ver esta triple ofensiva terrorista con el "proceso de paz ", porque nunca ha existido tal proceso, salvo en la mente hueca de Pastrana y en el terror de un país que no sabe si tirar la toalla o liarse la manta a la cabeza. Las FARC, según el general que dirige la “ofensiva a la defensiva” ya comentada, ha abandonado la “zona de despeje” y trata de hacerse con otra región, fronteriza con Venezuela. De ahí el esfuerzo de los militares, que ven en el aumento continuo de las “zonas liberadas” el temido escenario de la derrota final. Esa zona concreta, en manos de “Tirofijo” y el “Mono Jojoy” , tendría, sobre el estatuto de Estado de “Farclandia” para recibir misiones diplomáticas y turistas revolucionarios, frontera abierta y barra libre en la República de Chavezuela, una retaguardia ilimitada en lo geográfico y en lo político. Pero sin heroísmos innnecesarios: en cuanto el Ejército ha matado a un centenar de guerrilleros y ha cercado a más de dos mil, conminándolos a rendirse, “Tirofijo” dice en la comunista “Voz” que quiere proseguir las conversaciones de paz.

Hasta un idiota vería que la Paz, para los comunistas colombianos, no es ni ha sido nunca otra cosa que un movimiento táctico dentro de una estrategia de manual leninista o maoísta dirigida a la toma del Poder. Es sólo el ejercicio de un chantaje, aceptado por el Estado a través de Don Tancredo Pastrana, esa mezcla de Kerenski y Boabdil. Y la mejor prueba de ello es que la otra guerrilla comunista, el ELN, se ha puesto a sembrar Colombia de dinamita en cuanto han naufragado las conversaciones para conseguir “la paz”, es decir, territorio propio como el de las FARC. También ellos actúan cerca de Venezuela, singularmente en la región Norte de Santander; también ellos son castristas; también ellos cuentan con el apoyo de Chávez y de la extrema izquierda internacional en la órbita de La Habana. Y en cuanto a las Autodefensas, el grupo que más crece, quieren dejar claro que, después de Pastrana, también habrá que contar con ellos.

El telón de fondo de tanta muerte es, pues, la cuenta atrás de Pastrana en el Poder. Todos los grupos violentos van a extremar su ferocidad destructora para que, si gana Uribe, el duro, les pille en las mejores condiciones. Así que en los próximos meses los guerrilleros tratarán de matar todo lo posible, junto a Venezuela, y, por supuesto, elegir candidato presidencial. Ninguno será mejor para ellos que este Pastrana, que llegó para un bautizo y se irá dejando un entierro, un verdadero Apocalipsis. ¡Pobre Colombia!

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