Puesto que al hablar de un libro, si libro hay, debe uno referirse a él, empezaré diciendo que el libro de Aznar es muy interesante. Está escrito antes de la catástrofe humana y política del 11-M, pero tal vez por ello mismo sus opiniones, sus ideas y, sobre todo, sus creencias acerca de España y de sus ocho años de Gobierno están expresadas de forma oral y testamentaria, con serenidad y contundencia. El trabajo de José María Marco para ordenar el texto grabado por Aznar ha sido realmente extraordinario porque ha sabido dejar que hable el presidente del Gobierno –lo era al grabar sus reflexiones- sin faltar el respeto a la gramática y a las exigencias elementales de claridad y sencillez de la lengua española. Es Aznar de cuerpo entero el que "leemos hablar" y eso es dificilísimo de lograr. Por cierto, que salvo por causas de fuerza mayor o algún tipo de problema personal no se entiende que Marco no participara en la presentación. Después de Aznar, e incluso antes, era quien más tenía que contar del libro. La editorial sabrá por qué.
Jon Juaristi nos explicó la relación del autor del libro con él, lo cual seguramente será de cierta importancia en la biografía del ensayista vasco, pero resulta muy poco relevante en lo que respecta al libro, del que apenas habló y del que no dijo nada particularmente agudo. En cuanto a Aznar, pues eso, muy afortunado de haber encontrado a Juaristi. No sabemos si envidiarle o compadecerle. En su política de personal, evitaremos imitarle.