Con la crisis de Gobierno en lontananza, con las televisiones en almoneda, con las radios en estado de shock y con los grupos económicos en expectativa de destino mediático, Rodrigo Rato se ha convertido en el centro de todas las miradas y en el núcleo de todas las conspiraciones, reales o imaginarias. Y , como ha demostrado Libertad Digital, mientras Aznar juega a los galgos y a los podencos, Polanco ha instalado, riéndose de toda la legislación vigente, nada menos que una red nacional de televisión, Localia, que es lo que parece que quiere legalizar Rato en sintonía con la estupefaciente señora Birulés.
¿Será posible que antes de legislar sobre la televisión de pago, Rato quiera legalizar una ilegalidad tan monumental como Localia? ¿Será factible que Localia le sirva como carta en la manga a Don Jesús para quedarse con Canal Plus y con Localia a cambio de ceder la primogenitura de Sogecable a Telefónica? ¿Será posible que José María Aznar rehaga por enésima vez Onda Cero y recoloque a todos los tertulianos de las dos o tres cadenas de radio que van quedando mientras Polanco le monta, muerto de risa, uno, dos, tres Vietnam? ¿Y qué hace el Tribunal de Defensa de la Competencia con Localia TV? ¿No lee Libertad Digital o espera al editorial de Polanco para orientarse?
Servicios
- Radarbot
- Libro