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Federico Jiménez Losantos

"En 2030 no tendrás nada y serás feliz": el proyecto comunista mundial que aplauden Macron y Merkel en Davos

China ya no admitirá que ningún país, empezando por los USA, discuta su poder militar, ni económico, ni político, o sea, dictatorial.

China ya no admitirá que ningún país, empezando por los USA, discuta su poder militar, ni económico, ni político, o sea, dictatorial.
EFE

A la dictadura en las redes proclamada por las Cinco Hermanas de Internet como colofón de las elecciones norteamericanas se ha añadido tan sólo un mes después un proyecto, lo que hoy llaman agenda, típicamente comunista y cuyo propósito es acabar con la libertad en el mundo mediante la prohibición de la propiedad. Y con un límite brevísimo: 2030.

El resumen de lo sucedido en Davos lo hizo estupendamente Elena Berberana en LD. Fue prácticamente la única porque si los totalitarios están empeñados en anunciar su inmediato dominio mundial, en sólo nueve años, los demócratas están aún más empeñados en no oírlo, en hacer como que no ha pasado nada, o en hacernos creer que, si nada hacemos, nada pasará.

El eclipse de los USA de Biden

Pero vaya si ha pasado. El discurso de Xi Jinping no debe ser tomado a broma, ya que se proclama vencedor de la crisis mundial que su régimen ha creado el que sin duda lo es. Y si dice “nada volverá a ser como antes” debe entenderse que China ya no admitirá que ningún país, empezando por los USA, discuta su poder militar, ni económico, ni político, o sea, dictatorial. El flamante yacente Biden no envió a nadie a Davos, como era costumbre en presidentes anteriores, sobre todo del género obamita. Y más con el proyecto del WEF, que es como si Obama dijese que el “the pursuit of hapiness” de la constitución USA sólo se logrará aboliendo la propiedad. Sanders, más presidente fantasma que Harris, sí hubiera ido. Y coincidido.

Pero ahora sabemos -Trump ha sido tan tonto que no lo hizo saber oficialmente antes y Facebook lo censuró expulsando al New York Post por denunciarlo- que el hijo de Biden, apadrinado por su padre, vicepresidente de Obama, hacía negocios con Xi Jinping. Con su historial de alcoholismo y gusto por la prostitución, ¿qué grabaciones no tendrá Pekín del Bidenito? La nueva administración mandó a un dizque experto en Cambio Climático. Podía haber alquilado a Greta Thumberg, para afianzar el multilateralismo.

Tres agentes siniestros

Yo creo que desde la caída de Sendero Luminoso en Perú no ha habido en ningún país democrático y en presencia de los máximos líderes occidentales una proclama comunista contra la libertad, una profecía totalitaria, como la proclamada en Davos por tres agentes siniestros.

El primer criminal es el mayordomo: el Foro Económico Mundial, un coloquio de economistas progres convertido en la típica organización-pantalla comunista, como las que Münzenberg creó para Stalin, cuyo jefe actual Xi Jinping fue recibido así por el fundador del WEF Klaus Schwabb:

"Tenemos que comenzar una nueva era global y contamos con usted. Muchas gracias, señor presidente, por esta declaración de principios y por recordarnos que somos parte de una comunidad global que comparte el mismo futuro común"

Xi tiene a dos millones de presos en campos de concentración, ha decretado la pena de muerte para cualquiera que informe sobre el origen del covid19; de hecho, ha eliminado a bastantes de los que lo denunciaron. Protegido por su esbirro en la OMS Tetros, dejó propagarse el virus por todo el mundo nada menos que dos meses. Pero se proclama “vencedor de la crisis” y dice que “nada volverá a ser como antes”. Y ante su poder, sin límites y sin limitaciones, se arrodilla el Occidente servil, ciego, rastrero.

Porque el segundo agente y la verdadera estrella de Davos fue Xi Jinping. Su discurso, arrogante y falaz, fue de puro autobombo comunista:

"En China estamos siguiendo el camino hacia un país socialista moderno. Ahora, desempeñaremos un papel más activo para fomentar una globalización económica mundial que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos”.

No hay más que ver lo inclusivo que este padrecito de los pueblos, como se proclamaba Stalin, es con los chinos que no le obedecen para ver que Xi es un Mao con dentífrico. Ahí están sus fechorías en Hong Kong. ¿Alguien puede creer, seniles izquierdistas millonarios aparte, que China piensa respetar en los demás países las libertades que proscribe en el suyo? ¿Alguien puede creer en que favorecerá un comercio internacional justo, es decir, con reglas respetadas por todos, donde no haga trampas, como suele?

Nadie. Y sin embargo, habla Xi, amenaza, relincha y todos se callan. Qué duda cabe de que el virus chino ha alumbrado una nueva época, la de la genuflexión ante el comunismo chino. Y eso, apenas meses después de llegar en Europa a la conclusión de que ni los USA ni la UE podían seguir dependiendo de los productos baratos, a menudo basura, “made in China”. Si se respeta a ese sistema, ¿cómo no se van a respetar sus productos?

Macron resetea sus ideas y se hace rojo

Pero el mayor efecto de Davos no ha sido el silencio de Merkel, que se niega a apoyar a Navalny y los disidentes de Putin porque considera más importante los acuerdos con Rusia en materia energética. La monja progre que acogió a dos millones de “refugiados” como un gesto de “humanidad”, agotó sus reservas de sensibilidad. Trabajará como Schroeder en Gazprom.

Chapoteando en ese engendro maoísta y xinpingiano llamado “el gran reseteo”, la autocrítica y el lavado de cerebro comunistas de siempre, Macron, que viene de la Banca Rostchild, fue más allá. Y del covid19 ha deducido que el Kapital es malo: “saldremos de esta pandemia sólo con una economía que piense más en las desigualdades”; “El modelo capitalista, la economía abierta no pueden funcionar en este entorno”; “El capitalismo ha garantizado hasta ahora el crecimiento, pero al precio de la desigualdad”

Está a la vista que Taiwan y Corea del Sur, países capitalistas, han salido mejor que Francia o España de esta crisis, que aún no han salido. Y Venezuela es la prueba de cómo el comunismo empeora incluso las peores crisis, pero se ve que Macron, si baja en las encuestas, se resetea como sea. Y como es culto y redicho, utiliza esa mezcla almibarada y demagógica de condescendencia y buenos sentimientos típica de Hollywood y de Maduro. En una de las sesiones de autocrítica en el WEF, Macron añadió que el mundo “debe ir más allá de la hostilidad a la intervención estatal en la economía”, como si fuera poca la que hay en Francia, y él criticaba. Dijo también que las empresas se “limitaban a accionistas y consumidores” y “habían dejado fuera a los trabajadores”, como si los accionistas no fueran trabajadores ni los trabajadores consumieran. Y, sobre todo, concluyó, “el capitalismo daña el medio ambiente.” Greta Zombi, en su jet, aplaudiría.

Ni el comunista más necio puede sostener esto sin estremecerse. La historia de los países comunistas es la de la destrucción del medio ambiente más salvaje que se recuerda. Los bosques de propiedad privada están más seguros que los de propiedad estatal en casi todo el mundo, y sólo donde existe el imperio de la Ley, en las democracias liberales, puede legislarse en serio y actuar contra los depredadores ecológicos. Nadie contamina más que la China comunista. Pero como hay que respetar ese sistema, nadie le va a poner pegas a la quema de carbón por Xi Jinping. Ni yo ni nadie sabe la parte en la actividad humana que realmente incide en el cambio climático, aunque sin duda es muy pequeña al lado de las causas naturales, pero el discurso político del clima daña a los países capitalistas mientras es ignorado por los comunistas. Pekín y Moscú lo prescriben, no lo practican.

Las frases de Davos que harán licuarse a Pablo Iglesias

El tinglado siniestro de Davos ha tenido el detalle de resumir en unas pocas frases y un vídeo el futuro que nos reserva el Gran Reseteo. Son una mezcla de criminalidad y estupidez francamente risible si detrás no tuviera las fuerzas poderosísimas que pretenden impulsar esa Agenda 2030, cuyo responsable en el Gobierno de España es, naturalmente, Pablo Iglesias. Veamos las más importantes, aunque todo el vídeo es digno de ver y temer.

“No poseerás nada y serás feliz”

Un tipo con cara de idiota sonríe ante esta frase, sin saber que, para impedir la propiedad, siempre fue necesaria la más absoluta tiranía. La Ley existe para proteger de la arbitrariedad la propiedad, la vida y la libertad de todos. El comunismo, régimen que prohíbe la propiedad, salvo de los comunistas, ha creado sociedades tan felices que de ellas han huido los que han podido.

Podrás alquilar cualquier cosa que necesites y te la llevará un dron a casa

¿Cómo puedo alquilar nada si no tengo dinero ni casa en propiedad? ¿El Estado Comunista, el Gran Hermano decidirá el dron que me abastecerá?

“Estados Unidos no será la primera potencia mundial. Un puñado de países lo sustituirán”

¿Qué puñado? ¿Y de quién será el puño: China, Rusia, Irán? ¡Mal cambio!

“No tendrás que esperar a un donante de órgano. No se harán trasplantes de órganos, sino que éstos se crearán.”

¿Se negará a los que quieran tener propiedades? ¿Quién los adjudicará?

Comerás menos carne. No será un alimento básico. Para el bien del medio ambiente y de tu propia salud”.

¡Oh, Gran Hermano Vegetariano! ¿Podremos opinar sobre nuestra dieta?

“Mil millones de personas tendrán que desplazarse por el cambio climático. Tendremos que hacer un mejor trabajo de bienvenida e integración de esos refugiados.”

¿Para qué gastar en el cambio climático, si se sabemos los que se van a desplazar? ¿Y quién dice que lo hacen o harán por el cambio climático?

“Las empresas pagan por el Dióxido de carbono. Habrá un precio global estandarizado para el carbón. Esto acelerará la desaparición del uso de combustibles fósiles.”

Las empresas ya pagan, y los consumidores en la factura, los cambios de política energética. ¿Quién fijará el precio del carbón: el Soviet Supremo? ¿Qué hay de la energía nuclear?

“La humanidad podría viajar a Marte.”

¿A qué?

“Los científicos están trabajando para hacer una estancia saludable en el espacio, lo cual puede facilitar la investigación.”

¿Quién los paga, y para qué, si ya no tenemos nada y somos felices aquí?

Los valores occidentales serán puestos a prueba”.

¿Por quién? ¿Y los no occidentales? ¿Y Xi Jinping, Putin y Kim Jong Un?

“Los valores que sustentan nuestras democracias deben ser considerados

O sea, anulados. En eso coinciden comunistas como Iglesias, yihadistas y demás liberticidas.

La enseñanza de Davos es que el comunismo está más vivo que nunca y que cada vez hay más idiotas dispuestos a imponérnoslo.

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