Los barruntos razonables de las encuestas que este jueves publica El Mundo y, después, el CIS colocan al PP en el umbral de la mayoría absoluta, pero se constata una tendencia preocupante: si no cambia la evolución de las últimas semanas, no llegará esa posibilidad de mayoría pluscuamperfecta al 14 de marzo. Y es que la tendencia del PP no es ascendente y la del PSOE sí, más que por los méritos de Zapatero (aunque la campaña de la SER parece más eficaz que otras veces y la presencia de Localia se está haciendo sentir en la campaña) por la falta de fuelle de Izquierda Unida, que está haciendo una campaña a la altura de su ideología. O sea, subterránea: entre Madrazo y Fidel Castro.
La campaña del PSOE en la televisión es técnicamente muy buena , aunque demasiado radical para pescar votos en el centro. Pero ellos van descaradamente a por los de IU, que están más a tiro. En cambio, la campaña televisiva del PP es tan aburrida como previsible, está entre Endesa y López Rodó con tintes ucedeo-ansonitas, sector Rafa. Muy bueno para la siesta. Y lo de IU es, sencillamente, catastrófico, o sea, mollar para ZP. La gran incógnita es el voto de IU, del que depende el resultado del PSOE y lo más preocupante para Rajoy es que el PSOE ha ido recortando la ventaja del PP conforme avanzaba la campaña. La izquierda está blindada en términos de comunicación y sobre suelo del Imperio, que le ha hormigonado el PP, levanta el PSOE sus castillos en el aire. En el aire, de momento. Veremos en la madrugada del 14-M, que puede ser larguísima.