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Si la actuación del PSOE en el caso BBV no es simplemente ridícula es porque resulta sencillamente patética. Como la estrategia de fondo del felipismo andante, andante y ordenante es tapar como sea las responsabilidades de González, Solchaga y compañía en las fechorías de Toledo, Asiaín, Emilio Ybarra y demás compañeros del metal (del vil metal), los parlamentarios que ofician en nombre del primer partido de la oposición hacen como que no se enteran realmente del caso (en esto les avala su trayectoria) y como si no fuera un asunto de cuarenta mil millones en dinero negro y al margen de la ley que ha servido para muchas cosas y casi ninguna buena. Y, para remate, han dado en la pasmosa ocurrencia de echarle la culpa al Gobierno de que el BBVA lo presida en este momento un “amigo de Rato”, el señor Francisco González, presidente de Argentaria, que apenas adelantó unos pocos meses su acceso a la presidencia según el pacto previo Argentaria-BBV rubricado en el protocolo de fusión.

Oyendo las vigorosas y disparatadas alocuciones de los socialistas en la Carrera de San Jerónimo, diríase que para ellos sería mejor que en el BBV se hubiera mantenido como presidente unos meses más, incluso más tiempo del acordado, Emilio Ybarra, principal responsable y primer imputado de Garzón en este asunto, y cuyas responsabilidades ante el Banco de España y el otro copresidente han quedado de manifiesto en la impecable e implacable declaración por escrito de Francisco González ante el juez. Cualquier cosa antes de que hoy presida uno de los dos grandes bancos españoles Francisco González, el que, de todas maneras, tenía que hacerlo, pero el que, además, por fortuna para la entidad y los millones de depositarios y accionistas que le confían de una u otra forma su dinero, es el único que puede dar la cara en público sin que se la pongan colorada. ¿Se imagina alguien el caso contrario: que fuera Ybarra y no González el que estuviese por turno ahora al frente del BBVA? ¿Se imaginan los socialistas, si es que les queda un adarme de esa cualidad de la especie, los quebrantos que estaría sufriendo el banco con el Presidente y todos los consejeros del BBV finalmente dimitidos al frente del banco actual o incluso del antiguo?

Pues no, si se lo imaginan, no les disgusta. Ahora les ha dado por defender a Villarejo frente a Garzón por no haber imputado a Ponga sin razón alguna, porque así se quedan si su pimpampún favorito. Ahora bien, que después de las que le han montado a Cardenal salgan ahora defendiendo a “los fiscales” en general, demuestra que Zapatero necesita unas vacaciones. Largas y con tutela psicológica. El sonambulismo no es grave mientras se mantiene controlado y en el ámbito doméstico. El sonambulismo por las terrazas o por los parlamentos y las ruedas de prensa puede acarrear graves perjuicios. Y en todo el caso BBV la oposición anda como sonámbula, para romperse la crisma.

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