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Francisco José Alcaraz

Cuestión de confianza

Hay quienes exigen una prueba palpable de la negociación con ETA, olvidando que en la legislatura anterior aún teníamos menos indicios y que el mismo Gobierno negó todo contacto hasta que se hicieron públicos.

Tan sólo hay que consultar las hemerotecas de estas últimas semanas para encontrar múltiples referencias respecto a la actual situación económica y cómo se le reprocha al Gobierno de Zapatero que haya reaccionado demasiado tarde para afrontar una crisis cuyos síntomas aparecieron hace ya algunos años.

Mucho me temo que esta situación guarda paralelismos con la negociación con ETA.

Dar un excesivo margen de confianza al actual Gobierno es una temeridad que podemos pagar muy cara, máxime cuando tan sólo hace unos años los mismos Zapatero y Rubalcaba mentían a la oposición, a las víctimas del terrorismo y a todos los españoles. Argumentar que se han detenido a terroristas para defender que este Gobierno ha cambiado, tan sólo sirve para evidenciar que durante la legislatura anterior se cedió ante ETA cuando se evitaron las detenciones de terroristas. Pero es que además resultan totalmente compatibles la negociación y la detención de terroristas, pues lo primero puede servir para fortalecer la posición del interlocutor o para cribar a los que no están a favor del proceso.

Al contrario de lo que se nos pretende vender desde el Gobierno, no estamos asistiendo a una sucesión de casualidades. Recuerdo que al salir de una de las últimas reuniones con Zapatero, mantuvimos una conversación donde, entre otros asuntos, me comentó que muchas veces las cosas no son lo que parecen, que la acumulación de casualidades puede llevar a la confusión. El argumento ya me lo conozco.

Hay quienes exigen una prueba palpable de la negociación con ETA, olvidando que en la legislatura anterior aún teníamos menos indicios y que el mismo Gobierno negó todo contacto hasta que se hicieron públicos.

No obstante, pese a la falta de credibilidad del Gobierno, podemos exponer hechos constatables e irrefutables que constituyen las pruebas de que la negociación está realizándose:

  • La presencia de ANV en las instituciones.
  • La vigencia de la autorización parlamentaria para negociar con ETA.
  • La ocultación de las actas del proceso de negociación.
  • Las excarcelaciones sin fundamento de terroristas.
  • El continuo acercamiento de lo presos de ETA a la comunidad autónoma vasca y su entorno.
  • La impunidad de la que disfruta el interlocutor Ternera y su hijo, quienes están en búsqueda por 11 asesinatos.
  • El trato sectario del partido del Gobierno hacia las víctimas que nos opusimos y nos opondremos a la negociación con los asesinos.
  • La actitud del Ministerio de Interior respecto al caso del chivatazo a ETA.
  • Las recompensas del Gobierno a quienes pudieran tener una relación directa o indirecta con el caso Faisán.
  • Las declaraciones de Rubalcaba intentando vendernos la existencia de dos ETA.

En la medida en que la rebelión cívica ha sido desactivada por el Gobierno y la Asociación de Víctimas del Terrorismo, debemos estar preparados para hacer frente a los pasos que el Gobierno y ETA tendrán que dar, pues el tiempo se les agota. Cuando reaccionemos podría ser demasiado tarde.

Si la rebelión cívica tiene que hacer frente al proceso de negociación con asesinos y tenemos que salir a reclamar "Memoria, Dignidad y Justicia", la plataforma Voces Contra el Terrorismo y la asociación de víctimas Verde Esperanza convocarán a los españoles de bien para dar una repuesta contundente al Gobierno, manifestándole a través del clamor popular lo que en su día ya le dijimos y que fue sencillamente: "En mi nombre, no".

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