Hace falta ser muy cafre y muy franquista para no entender que los indepes catalanes, como niños malcriados que son, no van a dejar de berrear hasta que les compremos la bici, el monopatín, la Play y la embajada en Dinamarca.
Es posible que ni por esas... pero, al menos, lo habremos intentado. No nos habremos atascado en ese cerril apego a la legalidad que tanto asquito le da a Pedro Sánchez.
Los indepes necesitan más jugue... más derechos, de acuerdo; pero ¿cuáles?
Nuestros poetas casi han conseguido ponerse de acuerdo en las líneas esenciales.
¡Mariano, espabila, no seas inmovilista!
HABRÁ QUE APOQUINAR
por Monsieur de Sans-Foy
Cataluña será reconocida
como el Superpeñón Gibraltareño:
santuario, puticlub, casa de empeño,
reducto de evasión y buena vida.
Dará un jamón al año, de mordida,
cada contribuyente madrileño.
El vasco, el andaluz y el extremeño,
un lomo (que es la cuota reducida).
Sabed que pagaremos, compatriotas;
por más que no ha de ser con esas cuotas,
que ofenden als companys islamistes.
Tomémonos los síntomas a risa,
porque esto evoluciona muy deprisa...
y pronto no estaremos para chistes.
AHÍ FALTAN DERECHOS, SANFUÁ
por Fray Josepho
"Derecho de pernil", Sanfuá, me dice.
Y añade: "de pernil, o bien de lomo".
¿Solo estos dos derechos? ¡Pero cómo!
¡Ay mísero de mí, y ay infelice!
Va a permitirme usted que le matice,
con calma, con mesura y con aplomo.
No quiero discrepar (¡ni por asomo!),
pero conviene, en fin, que se actualice.
En Catalunya Lliure se enarbola
el dret a que en la Lliga (la española)
el Barça sea siempre campeón.
En Champions League también, los años pares.
Y a que Lluís Llach, juglar entre juglares,
se lleve el Festival de Eurovisión.