Los que siguen habitualmente esta sección recordarán que nuestros poetas ya trataron sobre este asunto: "Políticas anales" fue el título de aquella ControVersia, escrita con tono festivo. La cosa partía de las ideas de Beatriz Gimeno, militante de Podemos y feminista, que opinaba que el heteropatriarcado no se acabaría hasta que los hombres fuéramos penetrados analmente.
El caso es que la tal Gimeno, que entonces nos parecía a todos una chalada podemita de cuyos delirios no cabía otra opción que carcajearse, sigue teniendo las mismas ideas, pero ahora le pagamos todos el sueldo, porque es alto cargo del Gobierno de España. Ni más ni menos que directora del Instituto de la Mujer, en el Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero. Así que menos risitas, señoros.
YO, COMO EL CONEJO
por Monsieur de Sans-Foy
El fraile, que es tan dado a la oratoria
más puerca, más marrana y más cochina,
disimuladamente me encamina
por sendas que no llevan a la gloria.
Me exige de manera perentoria
que diga a qué hortaliza libertina
le entrego mi virtud... con vaselina.
Si tengo que elegir, la zanahoria.
Nutrirse por detrás es lo moderno
y tiene el visto bueno del Gobierno
(de alguna de sus miembras femeninas).
Elijo zanahoria, que es estrecha.
(De punta. Lo demás... es cosa hecha)
¡Y tiene cantidad de vitaminas!
OBJETIVOS AMBICIOSOS
por Fray Josepho
Ser heterosexual es una tacha,
entrando ya en el siglo XXI.
Resulta un caprichito inoportuno
y acaso una secuela de ser facha.
Pero, Sanfuá, mi hombría ya se agacha,
y estoy limando mi hábito machuno.
Así que soy (sin deshonor ninguno)
de lo menos viril que se despacha.
Por eso, le hago caso a la Gimeno,
y cada noche, intrépido, me entreno
y me consagro en serio a la faena.
¿La zanahoria? ¡Bah! Ya la domino.
Y ahora estoy haciéndome al pepino...
para al final, tomar la berenjena.