La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quiere que en Navidades haya calles de sentido único para los peatones. En principio parece que la medida piloto va a desarrollarse solo en la calle de Preciados y en la del Carmen, que serán una de subida y otra de bajada hacia la Puerta del Sol. Pero el presumible éxito sin duda hará que en un futuro la medida se extienda a toda la ciudad y, por qué no, a todas las naciones, nacionalidades y comunidades históricas del Estado.
Sin embargo, nuestros poetas discrepan sobre el asunto. Lean, lean.
SENTIDO ÚNICO
por Monsieur de Sans-Foy
La Gran Abuela ha hablado
y obedecer es ya cuestión de Estado:
Carmena, la vestal del comunismo,
está siempre en lo mismo:
quisiera legislar con férrea mano,
y el vulgo soberano,
amante del jaleo,
se toma su labor a cachondeo.
Ingratos caminantes madrileños:
sois todos unos leños.
¿No veis las intenciones de Carmena
de hacer de su ciudad una colmena,
un órgano perfecto,
donde será feliz cualquier insecto?
¿Qué es eso de ir andando al buen tuntún?
¿Qué fue del bien común?
La gente ha de marchar donde le toca,
¡y al paso de la oca!
Por la megafonía clamorosa
se oirá a Mercedes Sosa
y a todos los troveros de Fidel.
Se oirá a Victor Manuel
y acaso a Ana Belén...
(si el lobby podemita paga bien).
¡Qué pena de alcaldesa,
en esta sociedad carca y burguesa!
Con peña así de floja,
ni sueñes con llenar la Plaza Roja
de gente proletaria
que aplauda, sin llevarte la contraria.
Madrid te da de lado.
Debiste gobernar en Leningrado.
EN DEFENSA DE CARMENA
por Fray Josepho
Le noto retintín contra Carmena,
lo cual, Sanfuá, me da bastante pena.
¿Critica usted el orden
y quiere que las calles se desborden
y bullan de personas
que van sin rumbo fijo (las peatonas)?
¿Y que otros (los peatones)
caminen como dictan sus cojones?
¿De veras justifica la anarquía
de recorrer la vía
de forma tarambana,
tal como a cada quién le da la gana?
Tal modo de vagar no es oportuno…
¡Que estamos en el siglo XXI!
Un siglo que será la quintaesencia
de la razón, el orden y la ciencia.
Por ello, veo buena
la excepcional medida de Carmena.
La acepto muy de grado,
pero hay algún detalle que le añado
(que yo jamás me corto,
y si hay que aportar algo, pues lo aporto).
Y así, yo sumaría
a las dos mencionadas, otra vía,
por donde irán, modélicos,
los millones de párvulos famélicos,
dolientes y febriles,
que vagan sin cesar por los Madriles.
Y otra medida más: los botarates
que paran a mirar escaparates,
y cuyas detenciones
provocan accidentes y obstrucciones,
habrán de ser multados
por agentes del orden camuflados.
Y con esto, asimismo,
podremos evitar el consumismo,
que es grave mal moderno.
Las Fiestas del Solsticio del Invierno,
libres por fin de lacras liberales,
de tufos clericales
y exentas del desorden y el exceso,
¡serán por fin las fiestas del progreso!