Que miente Zapatero cada día
lo saben ya los párvulos de pecho,
y no es una opinión ni cosa mía:
tiene el aval científico del hecho.
Que miente De la Vega es evidente,
para cualquier humano con orejas.
Esa señora escuálida nos miente
del mismo modo, o más, que el de las cejas.
Que miente Rubalcaba ya se sabe:
se pone a recitar su padrenuestro,
con rostro imperturbablemente grave,
y viola la verdad como un maestro.
Que mienten los ministros del Gobierno
es cosa indiscutible y verdadera;
pues la verdad en ellos se va al cuerno
el día en que les pasan la cartera.
Nos mienten en la izquierda y la derecha,
por la prebenda, el sueldo y la poltrona:
porque en España, en fin, hasta la fecha
lo de mentir parece que funciona.
Nos mienten directores generales,
alcaldes, diputados, senadores,
barandas, consejeros, concejales
subsecretarios, jefes y asesores.
CODA:
Y el último embustero que aquí asoma
es este tal Feijóo, que a tanto aspira,
que prometió la libertad de idioma...
y ha resultado ser otra mentira.