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Fray Josepho

Os felicito (¡y me felicito!)

Año 2000. Qué tiempos. El módem que pitaba. El internet carísimo, y el windows informal. La línea telefónica, que a veces se cortaba. Leyendo (¡devorando!) Libertad Digital.

Año 2000. Qué tiempos. El módem que pitaba.
El internet carísimo, y el windows informal.
La línea telefónica, que a veces se cortaba.
Leyendo (¡devorando!) Libertad Digital.

Año 2000. Qué tiempos. Yo fui de los primeros
lectores (¡iniciados!) de la publicación.
De aquellos internautas (¡mejor: interneteros!)
que se engolfaba a base de clics con el ratón.

Año 2000. Qué tiempos, aquellos iniciales.
Aquellas (¡tantas!) veces de darle al imprimir,
porque es que los artículos de aquellos liberales
te daba mucho gusto poderlos compartir.

Año 2000. Qué tiempos. Pasado un cuatrienio,
yo mismo ya escribía (¡aparte de leer!).
Me siento como el tipo del chiste aquel de Eugenio:
¡poder jugar al póquer y, encima, sin perder!

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