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Fray Josepho

Ovillejo del juez-astro

Baltasar Garzón Real, magistrado de la Audiencia Nacional, ha tenido la siniestra ocurrencia de intervenir en el caso del informe del ácido bórico, y, en un auto surrealista, ha imputado delito de falsedad en documento público a los tres peritos que lo redactaron, en lugar de a los responsables policiales que alteraron y amputaron el informe original. Vivir para ver.

– ¿Quién quiere al bueno imputar?
– ¡Baltasar!

– ¿Y al malo dar protección?
– ¡Garzón!

– ¿Con un auto demencial?
– ¡Real!

El muerto, si hay funeral;
la novia, si hay una boda;
si hay un bautizo, el chaval...
Y si hay ley, pues que la joda
Baltasar Garzón Real.

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