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Fundación DENAES

El regreso de los conquistadores extremeños

La existencia de estas embajadas que obran en paralelo a las numerosas e históricas embajadas que mantiene España, no es sino un fruto más del nefasto sistema autonómico, que muestra de nuevo los efectos de su "despliegue".

Todo español que no haya sido alcanzado por las últimas leyes "educativas", sabe que Extremadura vio nacer a bravos conquistadores que sirvieron para ampliar y consolidar el Imperio Español. Con Pizarro y Cortés a la cabeza, los hijos de esta tierra, desde los porqueros a los nobles, ensancharon los dominios hispanos sin olvidar su patria, prueba de ello es la fundación de ciudades homónimas de sus lugares de origen. Varios siglos después, el Imperio decaería para dar lugar a las naciones hermanas que, con el español como lengua común, conforman Hispanoamérica.

Mas si el Imperio Español feneció, el espíritu aventurero de los extremeños permanece incólume. Prueba de ello son las noticias que nos llegaron allende nuestras fronteras. Así, la pasada semana, el intrépido presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, acompañado de su mentor, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, inauguró la Delegación de la Comunidad Autónoma en Lisboa, segunda que se abre en el exterior, tras la que, a modo de pica en Flandes, ya funciona en Bruselas. Nos hallamos ante nuevos conquistadores que han trocado el morrión por la corbata y cuyo desempeño no busca el beneficio de España, sino la consolidación de relaciones bilaterales entre naciones soberanas y regiones con ínfulas nacionales.

Las acciones emprendidas por Fernández Vara siguen el camino abierto, entre otros por los facciosos miembros del tripartito catalán que, negando explícitamente su condición de españoles, operan diariamente, con la complicidad de las más altas esferas del Estado, en pos de la sedición. Nada menos que 46 delegaciones mantiene la Generalidad, instituciones que trabajan para eludir a España y, en algunas ocasiones, para practicar el nepotismo tan característico de este gobierno hispanófobo.

Pese a todo, Cataluña no ostenta la exclusiva de las "embajadas". A la obligada "embajada" en Bruselas que todos mantienen, hay que destacar las abiertas en Hispanoamérica con el único fin de practicar una suerte de "inducción" al voto, es decir, para el mantenimiento del caciquismo. Es el caso de los locales abiertos por el País Vasco o Galicia. Con orientación económica, Valencia tiene 27, Madrid y Andalucía rondan la veintena...

Para DENAES, al margen del despilfarro que esto supone, la existencia de estas embajadas que obran en paralelo a las numerosas e históricas embajadas que mantiene España, no es sino un fruto más del nefasto sistema autonómico, que muestra de nuevo los efectos de su "despliegue". En el caso extremeño se trata de una muestra más del provincianismo que rige el proceder de nuestros representantes, un provincianismo que sólo precisa del hallazgo o fabricación de un "hecho diferencial" en que apoyarse para atacar a España.

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