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Fundación Heritage

Los juegos nucleares coreanos

En dos palabras, la noticia que salió de Libia es que el problema de proliferación nuclear norcoreano es aun peor de lo que pensábamos. Desafortunadamente, muy pocos fuera de Corea del Norte saben en verdad lo gravísimo que es

Peter Brookes

Por segunda vez en 3 años, han cogido a los norcoreanos con las manos en la masa, en la masa nuclear…
 
Funcionarios de Estados Unidos han temido por mucho tiempo ya, que Pyongyang tenga por lo menos 2 armas nucleares y suficiente material físil para quizás 8 más. Ahora, sabemos que es aun peor: Corea del Norte no sólo está desarrollando armas nucleares en casa, está proliferando el material nuclear en el extranjero.
A finales de 2002, Washington descubrió que Corea del Norte había estado haciendo trampas, por lo menos 4 años, con el tratado de 1994 en el que se comprometía a congelar su programa de armas nucleares.
 
Ahora, los servicios de inteligencia americanos (con datos cosechados del desmantelado programa nuclear de Libia) nos advierten que Pyongyang vendió a Trípoli 2 toneladas de gas hexafluoruro de uranio, usado en la producción de uranio altamente enriquecido para uso armentístico. Si hemos logrado conseguir todo el uranio procesado de Libia, ¿por qué es esto tan importante?
 
Bueno… Primero: Confirma nuestras viejas sospechas que Corea del Norte tiene dos programas activos de armas nucleares: El original, de la era soviética que es con plutonio y que supuestamente había terminado con el acuerdo de 1994 y este otro programa paralelo que es con uranio.
 
Segundo: Nos muestra que Pyongyang, ya ha cruzado el rubicón nuclear: Está vendiendo material para armas nucleares (y quizás tecnología) al extranjero. Ese probado deseo de proliferación es una amenaza permanente contra la paz internacional y la seguridad.
 
Tercero: El régimen maligno probablemente puede sacar material nuclear más rápido de lo que creíamos anteriormente. Pyongyang, sumamente paranoico, no va a vender este material al extranjero corriendo el riesgo de socavar su propio arsenal en casa.

La pregunta del millón es: ¿Quién más ha comprado material nuclear y/o tecnología? Hasta ahora, no tenemos evidencias de nadie más excepto Libia. Pero los principales sospechosos son Irán y Siria, y ambos chicos malos ya tienen una fuerte relación con Pyongyang de compra de misiles balísticos.
 
El guión de la pesadilla sería una empobrecida Corea del Norte vendiendo material nuclear a un grupo terrorista. Esto es todavía muy improbable hasta para ser Pyongyang. (así como que los terroristas con armas nucleares regresen a vengarse).
El problema es: No sabemos lo que no sabemos, especialmente cuando se trata de proliferación. ¿Qué hacemos a corto plazo?
 
AIEA: Trabajo detectivesco en el laboratorio Oak Ridge de Tennessee concluyó (con el 90% de seguridad) que las muestras de uranio libio no venían de la red del indeseable científico pakistaní A.Q. Khan. Por proceso de eliminación, eso deja a Corea del Norte como el posible culpable.
 
Comprensiblemente, algunas personas son escépticas cuando se trata de señalar con el dedo nuclear (Y es peculiar que Libia aun no nos haya dicho dónde y cómo consiguió la mercancía…)
 
OK, bueno... Le contesto a los escépticos dándoles una muestra del uranio libio para que le hagan un análisis independiente en la Agencia Internacional de Energía Atómica de la ONU. Si la AIEA llega a la misma conclusión que Oak Ridge, Washington debería poder reforzar la flácida firmeza de la comunidad internacional más fácilmente para llegar a un acuerdo contra la amenaza de la proliferación norcoreana.

El acuerdo de las 6 partes: Hay pocas opciones militares buenas para enfrentarse al programa nuclear de Corea del Norte (que está esparcido en lugares subterráneos de todo el país). Eso nos deja sólo la diplomacia.

Desde Agosto de 2003, Corea del Norte ha asistido a 3 rondas de negociaciones nucleares con Estados Unidos, China, Japón, Rusia y Corea del Sur. (Dejaron la cuarta reunión para una fecha posterior en espera de un Presidente Kerry…) Retomar estos contactos sigue siendo la mejor opción para resolver el problema nuclear coreano.
 
China: Pekín tiene más influencia aquí que ningun otro. En realidad, Mao Tse Tung dijo una vez que Corea del Norte y China son tan cercanos “como labios y dientes”. Pero los esfuerzos de Pekín en “presionar” a Pyongyang para que se comporte responsablemente se parece mucho a la ópera china: mucho ruido, mucho agitar los brazos y no pasa nada. Si China está tan comprometida como dice a evitar la proliferación nuclear, debería presionar más a su viejo aliado. Ya mismo.

En dos palabras, la noticia que salió de Libia es que el problema de proliferación nuclear norcoreano es aun peor de lo que pensábamos. Desafortunadamente, muy pocos fuera de Corea del Norte saben en verdad lo gravísimo que es.

 
Peter Brookes ha sido Sub-asistente de la Secretería de Defensa de los Estados Unidos, asesor del Presidente George W. Bush y actualmente es Miembro Senior de la Fundación Heritage, columnista del New York Post y Director del Centro de Estudios Asiáticos.
 
©2005 Peter Brookes
©2005 Traducido por Miryam Lindberg
 
Libertad Digitalagradece a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo

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