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Fundación Heritage

¿Por qué Bolton será bueno para la ONU?

Bolton hará lo que hace falta en la ONU: Desafiará la mentalidad continuista, hará progresos en favor del interés nacional y marcará el camino de la reforma de la ONU.

Nile Gardiner

El nombramiento de John Bolton como embajador de EEUU a la ONU no podía haber llegado en un momento más crucial para la organización mundial. En pleno escándalo con el programa "Petróleo por alimentos" y las acusaciones de abusos generalizados por las tropas de paz en el Congo, la confianza del pueblo americano en la ONU se ha hundido hasta niveles nunca antes vistos. La ONU es una institución sumida en una profunda crisis y en grave necesidad de un nuevo y vigoroso liderazgo americano.
 
Bolton, que conoce el sistema de la ONU por su experiencia en misiones anteriores, no ganará concursos de popularidad en la sede de la ONU en Turtle Bay. Sin embargo, será una fuerza a tenerse en cuenta en Nueva York y defenderá con dinamismo los intereses americanos que incluyen la toma de responsabilidades y transparencia de la organización mundial.

El nombramiento de Bolton debe verse no como una bofetada a la ONU sino como un símbolo de la importancia que la administración Bush le da a la reforma de la institución multilateral más grande del mundo. Su nombramiento es también un reconocimiento de la necesidad de un fuerte liderazgo americano en la ONU.

Como veterano de 3 administraciones americanas, Bolton traerá a Nueva York un currículum distinguido como diplomático y como funcionario público, habiendo servido como Subsecretario para el Control de Armas y Seguridad Internacional, Secretario Asistente para Asuntos de Organización Internacional (donde supervisaba la participación americana en la ONU) y Administrador Asistente de la Agencia Americana para el Desarrollo Internacional.

Bolton es un peso pesado en Washington y es respetado por muchísimos legisladores del Congreso. Sus opiniones están en sintonía con la creciente exigencia del Congreso para pedir responsabilidades a la ONU ante el ciudadano americano que contribuye con sus impuestos a su mantenimiento. Hay por lo menos 5 grandes investigaciones del Congreso en marcha para averiguar lo que hizo la ONU con la administración del dinero del programa iraquí "Petróleo por alimentos" así como una amplia investigación del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes del Congreso para analizar las operaciones internacionales de la ONU que incluyen las tropas de pacificación.
 
El nombramiento de Bolton debe verse como una señal que la Casa Blanca considera central el papel de las Naciones Unidas y no periférico para la estrategia americana a seguir en los próximos 4 años. Es de interés nacional americano que la ONU sea un cuerpo mundial efectivo, responsable de sus actos y con credibilidad.
 
Con la creciente amenaza a la seguridad internacional planteada por naciones villanas como Irán, Corea del Norte y Siria, el papel del Consejo de Seguridad crecerá en importancia y Bolton será una figura clave en cualquier negociación que se lleve a cabo.
 
Estados Unidos también debe exhortar a la ONU para que haga mucho más en lo del genocidio de Sudán y para que tome una posición clara cuando se trate de los derechos humanos en el mundo entero. Uno de los puntos fuertes de Bolton es su buena voluntad para enfrentarse a los tiranos dictatoriales desde Pyonyang hasta Teherán. La claridad moral de Bolton será como un soplo de aire fresco para la ONU. Por ejemplo, una de las prioridades claves del nuevo embajador debería ser una reorganización radical de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU cuyos miembros actuales cuentan en sus filas con algunos de los peores violadores de derechos humanos del mundo.

El nombramiento de Bolton como embajador de Estados Unidos a la ONU debería recibirse por todos como prueba que somos serios en nuestro cometido de transformar la ONU: De ser una burocracia mal administrada a ser una institución multilateral modernamente diseñada para el siglo XXI. Bolton hará lo que hace falta en la ONU: Desafiará la mentalidad continuista, hará progresos en favor del interés nacional y marcará el camino de la reforma de la ONU.

Y sobre todo, Bolton será una fuerza importante en la transformación de una institución que ha perdido en gran parte, la confianza del pueblo americano.
 
Nile Gardiner es Doctor en Filosofía y miembro de la Anglo-American Secutity Policy de la Fundación Heritage.
 
©2005 The Heritage Foundation
©2005 Traducido por Miryam Lindberg
 

Libertad Digital agradece a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.

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