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Fundación Heritage

Una agenda de oportunidad para EEUU

Deberíamos estar preocupados por los obstáculos que amenazan a quienes luchan por alcanzar el Sueño Americano.

El patético primer aniversario de Ocupar Wall Street de la semana pasada confirmó que, de hecho, los antiguos informes sobre la muerte del movimiento no habían sido exagerados. Así que ¿por qué seguimos manteniéndolo vivo al hablar incesantemente de la desigualdad de ingresos en lugar de centrarnos en lo que realmente importa: oportunidad y poder escalar socialmente? Todas estas discusiones acaloradas sobre las crecientes diferencias de ingresos (junto a unas estridentes peticiones de redistribución de la riqueza) nos distraen de la necesidad urgente de apuntalar nuestro amenazado Sueño Americano y de desarrollar una agenda de oportunidad. La atención de la nación debería estar centrada de lleno en ampliar las perspectivas de todos, especialmente de los que están en peor situación y más necesitan ayuda y una solución.

Lo que importa no es cuánto más ganan los más ricos en relación con los más pobres (después de todo, no están en competición los unos con los otros) sino más bien las necesidades reales de quienes están en peor situación y las oportunidades de prosperar disponibles para todos los americanos. Y aunque la idea del gobierno de "repartir la riqueza" seguramente igualaría los ingresos (el sueño de la Izquierda) esta ni abordaría las causas reales de la pobreza ni ampliaría las oportunidades reales y los éxitos obtenidos hasta ahora que definen el Sueño Americano.

La Fundación Heritage defiende el Sueño Americano de los equivocados intentos por redefinirlo que hace el progresismo así como de sus posturas estatistas e igualitaristas, y explica por qué la falta de igualdad en los ingresos no es un obstáculo para prosperar en Estados Unidos. Lo que realmente importa (y continúa en líneas generales siendo valorado) es poder escalar socialmente.

En vez de centrarnos en los que ocupan los lugares más altos de la escala social, deberíamos estar preocupados por los obstáculos que amenazan a quienes luchan por alcanzar el Sueño Americano. Hay seis factores que amenazan la posibilidad de escalar socialmente:

1. El estatismo: El Estado administrativo moderno atrapa a las empresas en una agobiante red de regulaciones y leyes. Toda esa burocracia impone un peaje a la economía, lo que a su vez conlleva que se creen menos empleos. Y menos empleos significan menos oportunidades para aquellos que necesitan un trabajo.

2. El hundimiento de la familia: El declive del matrimonio, especialmente entre la población más pobre, tiene consecuencias devastadoras y de larga duración en los niños y en sus perspectivas de éxito. En lo que respecta al Sueño Americano, la familia no es un tema secundario de orden social o religioso; se trata de un asunto económico crucial que está profundamente relacionado con la escala social.

3. La dependencia fomentada por el Estado del Bienestar: Lejos de erradicar la pobreza, el estado del bienestar atrapa a la gente en la pobreza al desmotivar para el trabajo y socavar la familia.

4. La erosión de nuestra cultura del trabajo: Al legitimar la indolencia y devaluar el trabajo duro, nuestra cultura hace más improbable que las personas pobres, que son las más necesitadas de unos indicadores culturales sólidos, aprovechen las oportunidades que Estados Unidos continúa ofreciendo.

5. El fracaso de la educación pública: Nuestras fallidas escuelas públicas les niegan a incontables niños las habilidades elementales necesarias para avanzar en la vida.

6. La crisis fiscal en ciernes: A menos que cambiemos de rumbo, el continuo y gigantesco gasto gubernamental y la creciente deuda pública destruirán los cimientos de nuestra economía y pondrán el Sueño Americano lejos del alcance de nuestro hijos y nietos.

El aumento de la desigualdad de ingresos en décadas recientes en ningún modo ha contribuido a estos problemas. Son más bien el fruto de políticas de actuación mal concebidas por el gobierno, señalan el completo fracaso del gobierno para abordar algunos de nuestros problemas sociales y, en el caso del hundimiento de la familia, se trata de problemas culturales profundamente asentados, motivados y empeorados por las normativas del gobierno.

Estados Unidos debe seguir siendo lo que siempre ha sido: la Tierra de las Oportunidades. En cambio, las erróneas iniciativas de utilización del gobierno para transformar el país en la Tierra de la Igualdad de Ingresos inevitablemente nos dejará a todos mucho peor. Por tanto, la prioridad debe ser volver a centrar el diálogo nacional y las normativas de nuestra nación en la promesa de poder escalar socialmente que está en el núcleo del Sueño Americano.

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