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Coincidencias, sólo coincidencias

El ataque contra Ghanem ha ocurrido seis días antes de que el Parlamento elija al nuevo presidente que sucederá al pro-sirio Emile Lahud. ¡Quién no iba a señalar a Siria como culpable!

El pasado martes el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a puerta cerrada en Nueva York para hablar sobre los preparativos para la creación del Tribunal Especial para Líbano. En él se juzgará a los autores del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, hecho que forzaría posteriormente la salida de las tropas sirias del Líbano. El mismo día, fuentes de la ONU anunciaron que el fiscal belga Serge Brammertz, responsable de Comisión Internacional Independiente que investiga el asesinato de político libanés, dejará su cargo a partir de diciembre porque no quiere continuar. Coincidencia o no, en la misma jornada el coche del diputado cristiano Antoine Ghanem volaba por los aires en un barrio de Beirut.

Desde el asesinado Hariri en febrero de 2005, ya son ocho los miembros de la mayoría anti-siria –entre ellos, cuatro diputados de la coalición de gobierno– que mueren en atentados terroristas. El ataque contra Ghanem ha ocurrido seis días antes de que el Parlamento elija al nuevo presidente que sucederá al pro-sirio Emile Lahud. ¡Quién no iba a señalar a Siria como culpable!

Este nuevo asesinato no ha sido una sorpresa. Tras la muerte de Walid Eido en junio de 2007, muchos diputados huyeron del país –entre ellos el propio Ghanem– para alejarse de la campaña lanzada por el eje sirio-iraní. El objetivo era reducir su mayoría en el Parlamento libanés eliminando a los diputados uno a uno. Cuando lo consigan se colapsará el Gobierno de Seniora y Siria y Hezbolá retomarán el control. Pero no hay por qué asustarse. Eliminar a los adversarios políticos ha sido una práctica habitual entre los baasistas iraquíes y sirios y parece que ahora también les está funcionando. Los 72 asientos que ocupaba la coalición anti-siria en la primavera de 2005, entre asesinatos y convulsiones políticas, se han reducido a 68 de un total de 128.

Aunque nos parezca una barbaridad lo que está pasando, todo sucede delante de las propias narices de la comunidad internacional. La actividad de la inteligencia siria, la financiación iraní y el rearme de Hezbolá están en marcha sin que nadie lo impida. El Gobierno libanés es débil y las resoluciones 1559 y 1701 de Naciones Unidas también.

El asesinato de Ghanem ha coincidido además con la polémica surgida por la incursión de la Fuerza Área israelí en territorio sirio para atacar supuestas instalaciones nucleares. Algunos medios de comunicación de la zona se preguntaban estos días si Siria se vengaría de Israel en territorio libanés por violar su espacio aéreo. En cualquier caso, Damasco niega cualquier implicación en el atentado del diputado y se ha apresurado a condenarlo como ha hecho en todas las ocasiones en el que se le he señalado como culpable. En el pequeño país mediterráneo se esperan más ejecuciones; si nadie actúa pronto, caerá definitivamente en manos sirias.

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