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La sonrisa de Zapatero

La trampa es que los terroristas ofrecen ahora una hipotética posibilidad de que los navarros decidan su anexión en un referéndum. Es una trampa porque mientras ETA exista esa decisión no será nunca plenamente libre.

Hoy el presidente sonreía en el Congreso de los Diputados. Quizá la sonrisa de Zapatero tenga que ver con el alborozo con el que el Gobierno ha recibido la última propuesta de Batasuna para superar "el conflicto político vasco". En realidad se trata de la misma propuesta KAS por la que ETA ha venido asesinado a cientos de inocentes en los últimos cuarenta años: soberanía, territorialidad y socialismo. Si al Gobierno le alegra esa propuesta es que el proceso de claudicación no sólo está en marcha, sino que avanza a todo trapo.

Lo primero que hay que decir sobre el nuevo chantaje que hoy plantea Batasuna es que aquí no hay conflicto político que superar. Aquí lo que hay es una banda de asesinos que han causado un enorme dolor a la sociedad española y que deben ser derrotados, capturados y puestos a disposición de la justicia. Pero Zapatero sí cree en la existencia del conflicto y por tanto cree en la necesidad de un proceso de paz y por tanto se siente embelesado con cualquier propuesta para hacerlo avanzar, por falsa y engañosa que sea.

En segundo lugar hay que resaltar que Batasuna no dice nada en su propuesta de que ETA deba o vaya a desaparecer. Ni siquiera hace una tímida condena del terrorismo. Sea cual sea su formulación política, sin una previa disolución de ETA o sin una condena nítida del terrorismo, toda oferta de Batasuna debería ser rechazada de plano por el Gobierno y no acogida como ninguna buena noticia. Porque en democracia no es aceptable ningún proyecto político que se asiente sobre las pistolas y sobre la muerte de muchos inocentes.

En tercer término, la propuesta de Batasuna exige explícitamente un derecho de autodeterminación que, como hasta el propio Zapatero ha reconocido, no cabe en la Constitución española. La autodeterminación como vía a la independencia ha sido desde siempre el objetivo prioritario de ETA. Es evidente que con esta propuesta los terroristas no renuncian a conseguirlo. Lo sorprendente es que el Gobierno considere que esta propuesta sí cabe en la Constitución.

Navarra ha sido para ETA el segundo gran objetivo de su larga trayectoria terrorista, sin renunciar tampoco a anexionarse el País Vasco francés algún día. La territorialidad es a su vez un eje de esta nueva vieja propuesta de Batasuna. La trampa es que los terroristas ofrecen ahora una hipotética posibilidad de que los navarros decidan su anexión en un referéndum. Es una trampa porque mientras ETA exista esa decisión no será nunca plenamente libre. A los navarros se les ofrecería un chantaje inaceptable en términos democráticos: si queréis vivir en paz, os tendréis que anexionar.

Finalmente, el socialismo vendría de la mano de una coalición de comunistas, socialistas y batasunos que dejaría al tripartito de Cataluña y a Carod Rovira como unos burgueses acomplejados. Si ETA llega a un acuerdo con Zapatero, que el PNV vaya preparando las maletas para abandonar Ajuria Enea y Dios sabe si el destierro. El PP sería simplemente ilegalizado y criminalizado por generar el "odio" en la sociedad vasca, precisamente por su acreditada condición de victima rebelde del terror.

Zapatero sonreía hoy en el Congreso y a muchos españoles nos hiela la sangre con esa sonrisa. Esa sonrisa significa que la negociación sigue en marcha y parece que avanza. Los terroristas se deben sentir hoy más cerca de lograr sus objetivos. Nosotros un poco más lejos de la libertad.

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