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GEES

Las bravuconadas de Chávez

Una vez asumido todo este coste, el líder bolivariano se permitió ayer poner en cuestión el contrato de las corbetas, condicionándolo al contrato de los aviones. El tono empleado, de matón perdonavidas, es una clara humillación para el Gobierno de Zapater

El líder de la revolución bolivariana, principal aliado de Zapatero en Iberoamerica y amigo personal de Bono, lanzó ayer una seria amenaza de cancelar el contrato de material militar que el Ministro negoció en su última visita a Caracas. El GEES ha advertido en reiteradas ocasiones que la venta de aviones y buques de guerra al coronel Chavez constituía un triple error para España: contribuía a desestabilizar una zona en la que España tiene importantes intereses, deterioraba aún más si cabe nuestra tormentosa relación con Washington, perjudicaba los intereses industriales de EADS-CASA en Estados Unidos y tenía un alto riesgo de resultar una operación fallida.

Lamentablemente el tiempo nos ha ido dando la razón en todas y cada una de las advertencias. En primer lugar, es cada vez más evidente que Chávez se está convirtiendo en un factor de desestabilización para toda América latina. Su alianza con la dictadura de Castro, su apoyo a grupos subversivos en países vecinos y su impulso a los movimientos populistas en la región, junto a su enfrentamiento cada vez más visceral con Estados Unidos, supone una seria amenaza para la democracia, la paz y el progreso de toda la región.

En segundo lugar, el veto de Washington a la venta de los aviones españoles supone un nuevo encontronazo diplomático en un momento en el que las relaciones parecían entrar en una fase de fría normalidad. Siempre hemos mantenido que mantener esta política de enfrentamiento con la primera potencia mundial no es una política sensata ni puede aportar nada bueno a nuestro país.

Por otro lado, la multinacional europea está optando en estos momentos por contratos en Estados Unidos por valor de 18 mil millones de euros y tiene en las aerolíneas norteamericanas un importante cliente potencial para sus aviones de transporte civil. En estas circunstancias no parecía prudente que CASA realizase un desafío abierto a las autoridades de defensa de Estados Unidos.

Una vez asumido todo este coste, el líder bolivariano se permitió ayer poner en cuestión el contrato de las corbetas, condicionándolo al contrato de los aviones. El tono empleado, de matón perdonavidas, es una clara humillación para el Gobierno de Zapatero. Es también la confirmación de nuestras sospechas de que hacer negocios “discretos” con este tipo de personajes es siempre asumir un alto riesgo.

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