El segundobuque patrullero oceánico adquirido por el Gobierno de Hugo Chávez al astillero español Navantia ya ha sido bautizado. Ha recibido el nombre de Warao, ytendrá como misión resguardar la soberanía y defender los intereses estratégicos venezolanos. En total, Venezuela recibirá de España cuatro patrulleros oceánicos de vigilancia, y otros cuatro buques de vigilancia litoral, dos de los cuales ya fueron botados.
El Warao trae a la memoria el polémico acuerdo de venta entre España y Venezuela, firmado en noviembre de 2005 por Bono y su homólogo venezolano, del que sí fue eliminado el encargo de 10 aviones de transporte C-295 y dos aviones de vigilancia marítima CN-235 a EADS-CASA. Washington se negó a autorizar la transferencia de la tecnología estadounidense que llevaban las naves; a pesar de haber sido elegido democráticamente, el Gobierno de Chávez socavaba sistemáticamente las instituciones democráticas, presionaba y acosaba a los medios de comunicación y a la oposición política, e incrementaba progresivamente su modelo totalitario, contribuyendo además a crear inestabilidad regional. Aquella venta tampoco gustó nada a Colombia, con una relación muy tensa con Venezuela, que daba y da refugio a miembros de las FARC.
Cuatro años después, Chávez sigue engullendo Venezuela, cierra medios, ataca a opositores, desestabiliza Honduras y Colombia. Pero esto no ha sido obstáculo para seguir haciendo negocios con el petrotirano. Por eso Hugo Chávez ha querido aprovechar la ocasión del bautizo de la nave para agradecer al Gobierno socialista el haber aceptado construir las patrulleras, las armas pacíficas según dijo en su momento Zapatero. Tal ha sido el interés de Venezuela que en abril de 2006 constituyó su Misión Naval Venezolana en España para vigilar la construcción de los ocho buques.
Aunque para el Gobierno socialista la venta de armamento a Chávez es un tema viejo y antiguo –pregúntenle a cualquier miembro del Ejecutivo– por un día hay que devolverlo a la actualidad porque Zapatero sigue vendiendo armas pacíficas al gorila rojo. Y además de las que a él le gustan, para reprimir violentamente a los demócratas: lo último ha sido material de antidisturbios y policial, así como gas lacrimógeno, según las últimas estadísticas españolas de exportación de material de defensa y de tecnologías de doble uso. Con el material que le vende Zapatero, Chávez podrá seguir cerrando medios de comunicación y rompiendo cabezas a los demócratas. Pero ojo, que no sólo exporta a Venezuela, sino a otros países que muestran escaso respeto por los derechos humanos como Irán –el primer destino de nuestras exportaciones de productos y tecnologías de doble uso– Cuba y China.
De esta forma el Gobierno socialista y pacifista ha conseguido que España se mantenga en la clasificación mundial como una gran potencia en exportación de armas y demás material de defensa. Según el Ministerio de Industria, el volumen de las exportaciones de armas ha crecido un 130 por ciento desde 2004, cuando Zapatero llegó a La Moncloa. Casi nada. Y a qué países. No se sabe si estos datos resultarán muy incómodos para la imagen pacifista del Gobierno, lo que sí demuestra una vez más son las incongruencias e inconsistencias de aquellos que hoy por hoy nos gobiernan. Incongruencias que, como en Venezuela, acaban con las democracias.