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Paz por presos

Pero Zapatero se equivoca una vez más si cree que puede canjear presos por paz. ETA tiene descontado del precio final la cuestión de los presos.

ETA tiene la seguridad de que está ganando la batalla. Cuando estaba a punto de morir políticamente como consecuencia de la ilegalización de Batasuna, se la ha aparecido Zapatero para ofrecerle no solo nueva vida, sino la rendición del Estado. En pocos meses hemos pasado de hablar de la lucha contra el terrorismo a referirnos al proceso de paz. El debate ya no se centra en como acabar con la violencia sino de cómo solucionar el “conflicto político en el País Vasco”. Esa es la primera gran victoria de ETA en toda su historia criminal.
 
ETA no sólo se ha situado como centro absoluto de la política vasca, sino que además maneja los tiempos. Rodríguez Zapatero mendiga a ETA un gesto que le permita justificar ante la opinión pública tanta cesión, tanta condescendencia y tanta claudicación ante los terroristas. El PNV corre desesperadamente detrás de los terroristas para no quedar al margen de un proceso que ha sido históricamente su proceso y que Zapatero ahora les quiere robar. ETA, por el contrario, no tiene prisa, no quiere hacer concesiones, tiene atrapado al Presidente de España en una tela de araña de la que no puede escapar y tratará de chuparle lentamente toda la sangre antes de dejarle caer.
 
En esta carrera por hablar con los terroristas se descubre ahora un supuesto pacto secreto entre el Gobierno de España y el Gobierno Vasco para liberar a los presos de ETA. El Ministro del Interior lo niega, pero su palabra no tiene mucho valor porque está fuera de juego. Le han encargado que siga haciendo de policía mientras Zapatero y PSE juegan a ladrones para arrancarle una tregua a ETA.
 
Pero Zapatero se equivoca una vez más si cree que puede canjear presos por paz. ETA tiene descontado del precio final la cuestión de los presos. Considera que esa es una fruta que caerá por su propio peso sin tener que pagar por ella. Es más, puede que a efectos de la negociación, los presos puedan ser más útiles dentro que fuera. En todo caso, no está entre sus prioridades. Lo importante ahora para ellos es lo que pueden obtener en la mesa a la que les ha convocado Ibarretxe y hasta que punto pueden exprimir políticamente a Zapatero. Todo lo demás es secundario.

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