Menú
GEES

Una aclaración oportuna

En su fundada opinión las acusaciones hechas desde Occidente son intolerables y demuestran el grado de influencia que los sionistas tienen sobre los gobiernos europeos y norteamericanos

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, consideró oportuno intervenir en el debate surgido a raíz de las declaraciones del Presidente Ajmadinejad sobre el estado de Israel y la cartografía contemporánea. Sus palabras son esclarecedoras, aunque no aporten nada significativo a lo ya sabido para aquellos que se acerquen sin prejuicios a los fundamentos de la estrategia persa.
 
En su fundada opinión las acusaciones hechas desde Occidente son intolerables y demuestran el grado de influencia que los sionistas tienen sobre los gobiernos europeos y norteamericanos. Preocupado por el efecto del debate sobre el tratamiento del programa nuclear iraní en Naciones Unidas, manifestó la independencia de ambos temas. Irán no piensa utilizar la energía nuclear para atacar y hacer desaparecer Israel, ese cometido, subraya la más alta autoridad, corresponde al pueblo palestino.
 
Las armas tienen siempre un aspecto defensivo y otro ofensivo. Son, al mismo tiempo, espada y escudo. Un misil con cabeza nuclear sirve para atacar y destruir, pero también proyecta un mensaje disuasor sobre su entorno. En el caso iraní el principal objetivo es el de dotar al régimen de los ayatolás de un escudo protector, evitando que las grandes potencias o estados vencidos traten de impedir sus actuales políticas. Quieren disponer de capacidad nuclear para poder seguir extendiendo la revolución islamista por todo el planeta, financiando y ayudando a grupos terroristas como Hezbolá o Hamás.
 
Alí Jamenei no dice toda la verdad cuando desvincula la energía nuclear de la destrucción de Israel. Los palestinos podrán acabar con este estado sólo si se imponen los más radicales, para lo que resulta fundamental que continúen recibiendo ayuda de Irán, algo que podría ocurrir si gracias al paraguas nuclear el régimen de los ayatolás sortea las presiones internacionales para que ponga fin a su actual política.
 
La sociedad internacional tiene que comprender que el programa nuclear iraní no es sólo una gravísima violación del régimen de no proliferación, con consecuencias devastadoras para su pervivencia. También es la punta de lanza para la desestabilización de Oriente Medio.

En Internacional

    0
    comentarios