Menú
GEES

Zapatero y la finlandización de España

Zapatero persigue una España finlandizada sin ningún rubor o reparo. Ahí está el reiterado ejemplo de Marruecos donde el gobierno socialista está dispuesto conceder lo que sea necesario para intentar adormecer a nuestro vecino

Es difícil explicar cuál es la visión internacional del gobierno zapatero. Faltan todos los recursos intelectuales para encontrar una explicación plausible. No obstante hay dos elementos que comienzan a perfilarse como subyacente a todas las decisiones e ideas que ha estado manejando el actual gobierno de Zapatero en estos sus primeros seis meses en el poder.
 
En primer lugar nada se puede entender si no se tiene en cuenta el punto de partida de este gobierno. Y no se trata que arrancase gracias al impacto de los atentados del 11 de marzo en Madrid, sino de que el PSOE de Zapatero se ha crecido sirviendo de paraguas de dispares y disparatados colectivos sociales que a veces rayan en la marginalidad o la confrontación abierta al sistema. El PSOE de Zapatero se diferencia del PSOE de González en que no arrastra a sus votantes en pos de un proyecto político constructivo, sino por simbolizar un frente global de rechazo a la actuación del Gobierno de Aznar. De ahí que para mantener contenta a su base social, desestructurada y con pocos o casi ningún elemento en común más que la frustración y el revanchismo, Zapatero tenga que blandir continuamente la bandera del antiaznarismo. Porque eso es su cimiento colectivo, el odio y la ambición de venganza.
 
En segundo lugar, el otro elemento que explica las actuaciones del gobierno neosocialista de Zapatero es su visión de que la fuerza no resuelve nada, ni siquiera frente a un agresor. Más que un gobierno sesentayochero, que sería lo lógico dado su furibundo antiamericanismo, es un gobierno flower power, que sólo ve y quiere ver lo querubínico de la vida internacional.
 
Durante los años de guerra fría el término "finlandización" se empleó por parte del mundo occidental, esto es, de los países de la OTAN, para denunciar la permanente tentación de Finlandia de intentar apaciguar y contentar al oso soviético evitando toda cuestión que le pudiera irritar. Autocontención y autocensura para preservar un remedo de libertad.
 
Pues bien, Zapatero persigue una España finlandizada sin ningún rubor o reparo. Ahí está el reiterado ejemplo de Marruecos donde el gobierno socialista está dispuesto conceder lo que sea necesario para intentar adormecer a nuestro vecino y principal fuente de problemas; pero también se ha visto frente a la Cuba de Castro, o la Venezuela de Chávez, ambos dictadores a los que se elige como interlocutores válidos antes que adoptar una posición de firmeza y defensa de la libertad. No todo es tercermundismo, en cualquier caso, también se finlandiza respecto a la Francia de Chirac.
 
En cualquier caso, esta España menguada y finlandizada puede que sea sólo el resultado no buscado por el Gobierno de manera deliberada, sino, y sería aún más triste, por su dejadez, desinterés y desidia hacia los asuntos internacionales. Pues otro de los rasgos de Zapatero es su total subordinación de la agenda internacional a la política doméstica. Política doméstica, por lo demás, basada exclusivamente en contentar a la extraña coalición de radicales que le aupó al gobierno.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos

En España

    0
    comentarios