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Germán Yanke

Gente de poco fiar

Los actores y actrices son gente de poco fiar. Si parecen "progres" es porque precisan, requieren, exigen y disfrutan de las subvenciones públicas, es decir, porque en buena medida viven de los impuestos del contribuyente. A la vista de los últimos informes, está claro que no viven de los espectadores.

Almodovar tampoco es de fiar. Al fin y al cabo está de campaña, promociona su película, mide los lugares a los que acude y las frases que dice. Las cambia si se trata de Madrid o Los Ángeles, porque se debe más al público que a los principios. Explica que, en la ceremonia de los Oscar se ha tragado unas frases. Si no es por miedo –que es de lo que ha acusado a otros–, será por estrategia, porque conviene a la película, a la compañía Sony o a su futuro profesional.

Pero Almodovar, me temo, no es lo peor. Es más, creo que es de lo mejor en este circo. Ahí tienen a Fernando Trueba que, en un festival de cine español en Francia (subvencionado, imagino), arremete contra los Estados Unidos equiparando su cine –que nos colonizaría culturalmente– con sus ejércitos, afirma que las películas candidatas a los Oscar son basura y, de paso, señala (con poco éxito) que su candidato al mejor guión no es Almodovar. El, que se hizo con la estatuilla y nos quiso colar lo de que la mejor industria del mundo valoraba sus cosas; él, que se fue a Estados Unidos a rodar, porque todo aquí se le quedaba pequeño. Ahora se debe creer un autor, un intelectual, un europeo progre. Recuerden lo de la zorra y las uvas. La gente del cine es poco de fiar. El que no está de promoción, está cabreado. Y hay algunos que, además de no ser de fiar, son unos envidiosos.

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