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Germán Yanke

La tumba política

Socialistas y populares abandonaron ayer la comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco por la presencia de los parlamentarios de ETA-Batasuna, amparados y protegidos por nacionalistas y comunistas a pesar de haber sido su grupo disuelto por el Tribunal Supremo. Ante el pertinaz comportamiento antidemocrático de los amigos políticos de ETA-Batasuna, no cabía otro comportamiento.

Seamos, sin embargo, un poco serios. El PSOE, tan contundente en Vitoria en sus denuncias y críticas a Atutxa, es un partido que, en la capital de Guipúzcoa, parece preferir pactar, si es que puede, con el PNV y que en Navarra pacta sin recato con los nacionalistas, incluidos algunos restos del conglomerado de Batasuna. Lo hace, por tanto, con quienes dedican sus esfuerzos, olvidando una y otra vez a las víctimas del terrorismo, a proteger en sede parlamentaria, en la calle y en las cuentas bancarias, a quienes son ya una organización terrorista de la”lista negra” de la Unión Europea. Con ese mismo talante (es decir, con la falta de escrúpulos que sustenta el principio de que todo vale contra el PP), su socio nacional es Izquierda Unida, que tiene, en el País Vasco, una posición similar a la del PNV y que perora, aún con más desvergüenza, contra el Estado de Derecho.

El PSOE, sorprendentemente, mantiene esta dicotomía moral con pasmosa tranquilidad. En San Sebastián se pliega a los elogios a Elorza, en Navarra no llega sino a ofrecer audiencia a quienes han contravenido el Pacto Antiterrorista, en España se autojustifican diciendo, sin prueba alguna, que Izquierda Unida está en contra de Izquierda Unida del País Vasco, como si el ciudadano medianamente informado no supiera que Llamazares es coordinador de la formación por el apoyo de Madrazo.

Socialistas y populares dijeron ayer que Atutxa, obstruyendo la Justicia y amparando a ETA-Batasuna, está cavando su tumba política. Si a lo dicho sumamos Madrid, me temo que quien de verdad la está cavando es José Luis Rodríguez Zapatero. Y lo siento de veras.

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