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Germán Yanke

"Sólo" 32 votos

Analicemos el lenguaje del Gobierno vasco. Las mociones de censura a Ibarretxe votadas en la madrugada del viernes obtuvieron "sólo" 32 votos dice el portavoz del Ejecutivo para subrayar que no han logrado desplazar al lehendakari de su cargo. "Sólo" 32 votos pero los parlamentarios que sostienen a Ibarretxe son menos, lo que no parece importarles. Se diría que, sean los que sean los apoyos de la oposición, sobre todo cuando es la oposición no nacionalista, el PNV y EA tienen una suerte de mandato para gobernar el País Vasco más allá de las mayorías parlamentarias.

Añade Imaz que la convocatoria de elecciones es prerrogativa de Ibarretxe y que sólo lo hará si la oposición "bloquea" la acción de Gobierno. Es un eufemismo porque la única acción de Gobierno es atrincherarse en la sinrazón, lo que resulta difícil de bloquear. Pero la afirmación es contradictoria porque viene a reconocer que la prerrogativa depende de algo más que de su arbitrio. Lo que ocurre, en definitiva, es que trata burdamente de ocultar que las elecciones, que no pueden retrasarse mucho, se deben a su debilidad. Por mucho que quiera justificarlas por las "malas artes" de la oposición, la realidad es muy otra. Obsérvese, sin embargo, el lenguaje. Si la oposición no se pliega, bloquea; si no obedece el mandato con el que creen estar investidos los nacionalistas, se alejan del buen camino.

Este mismo viernes, la oposición, en la Junta de Portavoces, canceló la última ocurrencia de Ibarretxe: el pleno monográfico sobre las propuestas que presentó en el Pleno de Política General y que luego convirtió en anuncios pagados en la prensa. Imaz pensará que es un nuevo "bloqueo" pero, en el fondo, es un favor a su Gobierno, impidiendo otro estertor más del baile de San Vito que el PNV llama "acción de Gobierno". Agradecidos, y para no seguir en esta permanente degradación del ridículo, deberían convocar elecciones. Para demostrar, al menos, que no están bloqueados del todo.

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