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Germán Yanke

Sólo hay un camino

Un nuevo asesinato y son ya 15 a lo largo del año. La estadística oculta los nombres pero revela las dimensiones de la barbarie de ETA. Son ya 15 los asesinados y no se puede soportar más a quienes reclaman paños calientes y negociaciones políticas.
Sólo hay un camino: la persecución policial y judicial de los asesinos y sus colaboradores. Exige paciencia y buenas dosis de resistencia civil pero es el único camino.

Lo demás es la retórica del colaboracionismo, voluntario o involuntario. Porque ni existe un "conflicto" precedente que explique o justifique la violencia, ni es posible el diálogo con quienes asesinan y extorsionan, ni se puede coincidir en los fines con ETA aunque se discrepe del método. El método de ETA es su fin: imponer el totalitarismo a balazos, excluir o eliminar a los discrepantes, construir lo que llaman una nación aplastando a los ciudadanos.

Sobran ya las explicaciones y la verborrea impresentable del PNV. Deje el partido de Arzalluz de quejarse de que miremos hacia el nacionalismo vasco cada vez que ETA asesina. Miramos hacia quienes nos han dicho que coinciden con ellos en los fines, a quienes pactaron con ellos, a quienes aseguran que la violencia tiene explicación en un conflicto político, a quienes proponen la negociación, es decir, la cesión al chantaje para que las muertes cesen. Lo que tendría que hacer el PNV no es sólo lamentarse y condenar el terrorismo como una estrategia inconveniente, sino negarse a toda la parafernalia totalitaria que lo rodea. Fuera de la persecución policial y judicial y del apoyo a las víctimas, todo lo demás es colaboracionismo. Y mientras quiera permanecer en esa incongruencia, que siempre juega a favor de ETA, no se puede estar con Ibarretxe y su partido. Ni en el Parlamento ni en la calle.

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