Menú
Germán Yanke

Uno más

Uno más. El cantautor Imanol ha decidido, tras múltiples amenazas, abandonar el País Vasco. Es un ejemplo más de la coacción bajo la que viven quienes no aceptan el dictado nacionalista, de la falta de libertad, de la excepción impuesta por el soberanismo a las garantías del Estado de Derecho.

Mientras, el lehendakari Ibarretxe, representado el punto de vista del PNV, afirma en el Parlamento que la cuestión a la que debe responderse es "si se aceptará la voluntad de los vascos". Es, incluso más que un eufemismo, un descarado subterfugio para no enfrentarse con la realidad. ¿Qué voluntad? ¿De qué vascos?

El PNV, y su inoperante Gobierno vasco, utilizan la retórica soberanista para no cumplir con su primera obligación: defender las libertades y los derechos humanos, amparar a las víctimas, hacer cumplir la ley y colocarse enfrente, con todas las armas del Estado de Derecho, de quienes asesinan y chantajean a los ciudadanos.

En vez de colocarse del lado de las víctimas de tanta barbarie se les pide "una alternativa", como si no supiese que la única posible es respetar sus derechos y libertades. Tanta vergüenza y tanta degradación convierten al País Vasco de hoy en el más desgraciado lugar de la Unión Europea.