Menú
Guillermo Dupuy

Crónicas del despilfarro

No seré yo quien considere innecesaria la supresión también de esos 426 euros para parados sin prestación; sin embargo, no deja de resultarme obscena cuando constato que sólo sirve para hacer sostenible el despilfarro.

La economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines ilimitados y medios escasos que tienen usos alternativos

Lionel Robbins

Carmelo Jordá nos hizo la semana una espléndida crónica de la nueva ronda de subvenciones para el "desarrollo" que el Ministerio de Exteriores ha dotado nada menos que con 25 millones de euros. No me resisto, sin embargo, a recordarles algunas de ellas, como los 137.000 euros destinados a un colectivo de gays y lesbianas del Perú; el cuarto de millón de euros al programa guatemalteco "Mujeres Mayas fortaleciendo el tejido social para la promoción de los Derechos de los Pueblos Indígenas con justicia y dignificación"; los 332.000 euros destinados a ver cómo las ladrilleras de la región de Cuzco pueden reducir los gases de efecto invernadero, o los 207.000 euros para algo tan esencial para el desarrollo de Camboya como el "Estudio de la problemática de género en su producción acuícola".

Mención aparte merecerían las cinco subvenciones que, por un importe de 1.175.000 euros, van a recibir los territorios palestinos. Lo digo porque, en este caso, el despilfarro tiene aun más aspecto de trinque, si tenemos en cuenta que la población de Gaza y la de Cisjordania apenas alcanzan juntas los 4.100.000 habitantes.

Aun con un importe de mucha menor cuantía, yo también les quería hablar de la no menos desvergonzada imaginación a la hora de justificar el derroche que la Junta de Andalucía ha mostrado al subvencionar con 18.000 euros una guía de "ecofeminismo". Si no saben qué es esto, la guía que subvenciona Griñán se lo aclara: "un nuevo proyecto ético y político para plantear una alternativa a la crisis que atraviesa esta sociedad consumista e individualista actual, desde una óptica femenina".

No se crean, no se refiere a la crisis económica que ha llevado a Andalucía a rozar el 30% de paro, no. Se refiere a la crisis que atraviesa el lenguaje periodístico, que debería abordar, "desde una perspectiva de género", la información sobre medio ambiente. Así, en dicha guía, y en las jornadas celebradas en un hotel de lujo de Sevilla, cuyo coste no se ha querido dar a conocer, se exige a los medios de comunicación que, en lugar de "el hombre", "el interesado", "los ciudadanos", "los andaluces" o "los futbolistas", se diga "la humanidad", "a quien interesa", "la ciudadanía", "el pueblo andaluz" o "quienes juegan al futbol". Vamos, que no contentos con meter mano en el bolsillo del contribuyente, quieren hacer lo mismo con el diccionario.

Lo más hiriente de todo es que estas noticias, que sólo son un botón de muestra de nuestro inmenso despilfarro público, han coincidido en el tiempo con noticias tan dramáticas como la supresión del subsidio para desempleados sin prestación o con la de que el 40 por ciento de los desempleados viven en hogares con todos sus miembros en paro.

No seré yo quien considere innecesaria la supresión también de esos 426 euros para parados sin prestación; sin embargo, no deja de resultarme obscena cuando constato que sólo sirve para hacer sostenible el despilfarro.

En Sociedad

    0
    comentarios