En los últimos días, y a raíz de la situación generada por el "caso Gürtel", ha trascendido en varios medios de comunicación de la Comunidad Valenciana que destacados dirigentes del "campismo" habrían hecho un llamamiento para aparcar viejas y nuevas rencillas con los "zaplanistas" y buscar una salida conjunta a la crisis. Para ello se estaría impulsando una reunión de los tres presidentes provinciales –Rus, Fabra y Ripoll– con el propio Camps para articular un plan de acción que ponga freno al deterioro de la imagen del partido, muy desgastada por esta patética y última semana de enredos y desmentidos. En esa misma línea yo he escuchado en declaraciones públicas al "zaplanista" Ripoll aparentemente muy interesado en defender, igualmente, la necesidad de una mayor comunicación entre los dirigentes del partido para que este tenga una sola voz.
Cuál es mi asombro, sin embargo, cuando leo en este periódico que lo que está en marcha por parte de "la dirección del PP" es, nada más y nada menos, que el diseño de "una gestora en la sombra para restar poder a Camps", operación esta que contemplaría incluso la posibilidad de "sustituir a Camps", entre otros, por Esteban González Pons. La sorpresa para mí es doble, por cuanto hace nada he escuchado ante los micrófonos de Cesar Vidal precisamente a González Pons reiterar que "Camps tiene toda la confianza de la dirección nacional del partido". Bien es verdad que lo he visto y lo he escuchado con los mismos y falibles ojos y oídos con los que he escuchado y visto innumerables veces a Rajoy, a Cospedal o a Soraya Sáenz de Santamaría respaldar y dar su confianza al presidente valenciano. Sin embargo, también he leído en este periódico que "Génova considera a Camps un mentiroso y un lastre". Ahí es nada. Tras leer esto, y para consuelo de mis sentidos, que ya me hacen dudar hasta de quiénes forman parte de "Génova", he leído que Rajoy ha vuelto a salir a la palestra este domingo en defensa de Camps, y afirmar tajante y literalmente que es "totalmente falso y un invento" que esté preparando un plan de transición para sustituir al actual presidente de la Comunidad, a quien por cierto hace unos días, y en el colmo del apoyo, Rajoy calificó también ya como candidato a la presidencia para las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana.
De creer a las "fuentes de máxima solvencia" que sostienen que Rajoy dice en privado lo contrario de lo que este dice en público, diría que aquí el "mentiroso", más que Camps, sería Rajoy. Espero, sin embargo, que se me permita que, con respecto a lo que dice Rajoy, sea a Rajoy a quien otorgue la "máxima solvencia", y concluya calificando de "mentirosos" a esas "fuentes" que, en cualquier caso, son un "lastre" y que ni siquiera tienen la valentía de salir de su anonimato.
Bueno es, en definitiva, que todas las facciones en el seno del PP –también las que dividen al partido en Valencia– tengan interlocución directa con Génova. Malo es, sin embargo, que cualquiera de ellas tengan interlocución con medios de comunicación para, de forma suicida, enloquecida y artera, hacer el juego a la que para mí resulta una evidente maniobra gubernamental para dinamitar al principal partido de la oposición, especialmente donde éste tiene uno de sus principales graneros de votos.