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Guillermo Dupuy

Satisfaciendo a piratas y terroristas

El mismo día en que los corsarios están celebrando con drogas y prostitutas la forma que ha escogido este Gobierno de "solucionar" el secuestro, sale la vicepresidenta acusando precisamente al partido de la oposición de "ponerse del lado" de los piratas.

La verdad es que no sé qué declaraciones me han indignado más: si las de la vicepresidenta Fernández de la Vega acusando al PP de "ponerse del lado de los piratas" o las del diputado Arsenio Fernández de Mesa recordándole que "el PP nunca dijo que el PSOE estuviera al lado de los terroristas de Atocha".

Vamos a ver. Si el Gobierno de Zapatero, en lugar de satisfacer a los piratas para que ellos liberaran a los tripulantes que tenían secuestrados, hubiera optado por tratar de liberarlos por la fuerza, y si en esas circunstancias, el PP hubiese criticado al Gobierno por no someterse al chantaje como vía más segura de "solución" del secuestro, entiendo, por mucho que la expresión sea "fuerte", que la vicepresidenta acusara al principal partido de la oposición de "ponerse del lado" de los corsarios. Sin embargo, ni es eso lo que el Gobierno de Zapatero ha hecho en el caso del Alakrana ni es eso lo que le ha criticado el principal partido de la oposición.

Lo que ha hecho el Gobierno no es enfrentarse, sino satisfacer el beneficio esperado por los piratas a la hora de perpetrar el secuestro como vía única de resolución. Naturalmente, el Gobierno ha optado por esta vía movido, no por el gusto de "ponerse del lado" o satisfacer a los terroristas, sino por la buena intención de recuperar a los tripulantes sanos y salvos. Sin embargo, esas "buenas intenciones", que no ven más allá y de las que el refrán español dice que está empedrado el infierno, son precisamente con las que cuentan los piratas y son las que les mueven a perpetrar los secuestros. Los piratas no secuestran por secuestrar. Secuestran para liberar a sus rehenes, sanos y salvos, a cambio de un precio. La cuestión está en que esta "solución" genera nuevos problemas, tal y como hemos visto en el Alakrana con respecto al Playa de Bakio, o con el reciente intento de los piratas, este mismo jueves, de secuestrar a otro buque español.

Y es que lo que ya no me parece "fuerte", sino una desfachatez absoluta, es que el mismo día en que la ONU censura el pago de rescates a los corsarios, y el mismo día en que los piratas están celebrando con drogas y prostitutas la forma que ha escogido este Gobierno de "solucionar" el secuestro, salga la vicepresidenta acusando precisamente al partido de la oposición de "ponerse del lado" de los piratas.

En el caso del 11-M, sin embargo, el PP tendría todo el derecho –yo diría incluso que el deber– de decir que el PSOE, en su afán de desbancar al PP del Gobierno, no dudó en hacer el juego a los terroristas que habían perpetrado la masacre precisamente con ese mismo objetivo. Eso es exactamente lo que hizo el PSOE y sus terminales mediáticas en esos días de infamia del 11 al 14-M.

Si los terroristas, tanto islámicos como etarras, festejaron el acoso de las sedes del PP, y si este acoso se produjo, no fue precisamente porque la política del PP hubiera sido hasta entonces la de "ponerse del lado" de los terroristas. Lo que le criticaban al Gobierno del PP, tanto los terroristas como el PSOE, era justo de lo contrario.

Yo no digo que por el hecho de que los terroristas fueran contrarios a la política de Aznar, ya fuese en Irak o en el País Vasco, no resultase legítimo que muchos también estuvieran en desacuerdo. Lo que denuncio es la utilización política de un derramamiento de sangre para cambiar el sentido del voto y emprender una política alabada por los mismos que habían perpetrado la masacre. EL PSOE no fue un beneficiario involuntario de la misma, sino un agente muy activo políticamente para que ese derramamiento de sangre desbancara electoralmente al PP.

Ya está bien que los terroristas y los piratas saquen provecho de las decisiones de este Gobierno por mucho que la intención del Ejecutivo no sea la de ponerse de su lado. Y ya va siendo hora de que en el PP se atrevan sin complejos a decirlo.

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