Tal vez sin proponérselo, el periodista Javier Castañeda ofreció la mejor definición de los portales de Internet. Corría 2001 y las cosas han variado más bien poco. Dijo entonces: "Los portales respecto a las noticias son como los bares o cafeterías de una estación de tren o aeropuerto. Todo el mundo los usa para luego ir a otro lado, son ese lugar donde te tomas un café de urgencia pero al que jamás acudirías para beber un buen café de forma pausada... Los portales son esos sitios de paso a los que nunca irías si quisieras encontrar información más elaborada".
A pesar de que ya pesan cuatro largos años sobre la definición, el escenario en el que operan los portales permanece invariable. Por mucho que lo pretendan, jamás podrán convertirse en un medio de información al estilo de El Mundo, El País o Libertad Digital. Esa barrera, en algunos casos consentida, no se debe sólo a que las noticias que publican se limitan a meros despachos de agencia que no se tocan lo más mínimo (ni siquiera el titular). Se debe, sobre todo, a que a un internauta le cuesta exactamente lo mismo teclear elmundo.com que tiscali.es. Sin embargo, la información que ofrece uno y otro son claramente diferentes.
A pesar de todo ello, los portales reciben miles de visitas diarias a sus canales de noticias. La respuesta al por qué de esta incongruencia es simple: Ya.com, Terra, Tiscali o Wanadoo se nutren de usuarios poco avanzados. Es decir, aquellos cuya página de inicio es el propio portal porque no saben cómo poner otra. Aquellos cuya cuenta de correo continúa siendo @hotmail.com (¿cómo es posible que, a estas alturas, todavía exista una sola persona que utilice Hotmail existiendo Yahoo! o GMail?). Aquellos, en definitiva, que han convertido a "El Mundo" en lo más buscado en Google durante el mes de febrero en España. No obstante, el hecho de que sean poco duchas en Internet no quita que se les valore de igual forma que al resto. Su visita a una web vale tanto como la de un Premio Nobel.
El problema al que se enfrentan los portales a largo plazo reside en que, con un poco de inquietud, curiosidad y ganas de aprender, estos usuarios novatos pasarán a ser avanzados en pocos meses. Dejarán Hotmail, Explorer, el portal y, por fin, sabrán cómo cambiar la página de inicio por otra mucho más útil. Hoy por hoy, el problema es mínimo, ya que por cada usuario que se convierte en avanzado aparece otro que da sus primeros pasos en la Red. Sin embargo, la cuota de internautas en España dejará de crecer en cualquier momento. A partir de esa fecha, por tanto, sólo quedará que los novatos se transformen en experimentados. Y que los portales comiencen a perder visitas.
Ante este pesimista futuro sólo cabe una salida: reaccionar. Muchos ya han comenzado a ofrecer la misma información que los medios de comunicación más sólidos, pero de forma diferente. Tienen capacidad para ello. Por ejemplo incluyendo gráficos interactivos, galerías de fotos, vídeos o buenos foros. La mayoría de los portales de Internet pertenecen a grandes compañías que disponen del suficiente dinero como para invertir en sus canales de noticias. En definitiva, transformarlos en servicios atractivos que acaben por convertirse en lugares de referencia en vez de permanecer como "esa inversión molesta" con la que, todavía hoy, muchos los definen.