La Ilustración Liberal

El alivio térmico me ha permitido volver a los quehaceres que me divierten. La combinación de trabajo con mi reciente vocación de voyeur sin llegar a la perversión, hacen más llevadero un curro, muchas veces atacante. Que nadie me malinterprete por favor; no se trata de nada erótico, aunque en el fondo esté hablando de una erección. De cómo levanta Rafael Moneo. No es lo mismo ocuparse en la casi absoluta penumbra de un montón de novedades musicales buenas, malas y peores y de las “verdades” de Afive que resolver estos mismos asuntos recreándome en la contemplación serena del trajinar de hormigas con casco que traducen en vertical los planos del maestro Moneo. Un edificio que por su destino y su diseñador padre, nace ya histórico.