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Ignacio Villa

Abrir los ojos

José María Aznar ha dado un paso más. El presidente del Ejecutivo, aprovechando la sesión de control al Gobierno, ha explicado el diseño que ha realizado sobre la lucha contra el terrorismo internacional. Aznar ha descorrido la cortina sobre el trasfondo de la llamada “coalición” internacional contra el terrorismo y por las libertades”. Aznar ha dado una vuelta de tuerca cuando ha pedido que la colaboración internacional se transforme en una acción concertada.

Este cambio, este avance, tiene importantes matices. Por un lado, significa que el concepto de cooperación exige un compromiso mayor por parte de todos los países, y por lo tanto, esa colaboración internacional deja paso a una acción concertada entre todos los demócratas. El presidente del Gobierno recupera, pues, los argumentos expuestos recientemente: no es suficiente colaborar, todos tienen que trabajar sin fisuras en la misma dirección.

El terrorismo afecta a todos, y todos debemos ser conscientes de ello. El terrorismo internacional es el mayor peligro para los sistemas democráticos fundamentados en la libertad. Aznar, en definitiva, ha vuelto a enviar un mensaje a sus colegas comunitarios, que el próximo viernes se reunirán en Bruselas. El presidente del Gobierno español ha recordado a los Quince que no hay razones para la tibieza y para la duda. El terrorismo necesita una acción concertada que se traduzca en una “coalición internacional”.

Además, en esta ocasión, José María Aznar ha enunciado, por primera vez y con claridad, que cuando habla de una ofensiva protagonizada por los países libres y democráticos para acabar con el terrorismo, se está refiriendo no sólo a los recientes atentados en Estados Unidos, sino también al terrorismo etarra, que desde hace tanto tiempo se sufre en España.

En esta ocasión, nadie podrá reprochar al presidente Aznar que no hable con claridad y nitidez. El presidente del Ejecutivo está asumiendo sin miedo el liderazgo en Europa, en la lucha contra el terrorismo. Mientras en otras capitales europeas se condena, pero se matiza; se ofrece ayuda, pero se condiciona; el Gobierno español está empleando con sabiduría política el tremendo atentado de Estados Unidos, con el fin de abrir los ojos a tantos gobiernos que, por comodidad, han preferido y prefieren mirar hacia otro lado.

Aznar está actuando con claridad y con buen tino en un momento delicado y difícil. Esperemos que Europa sepa estar a la altura de las circunstancias.

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