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Ignacio Villa

Aznar entona el "mea culpa" ante el PP

Dos escenarios consecutivos y diferentes. Primero la televisión pública y luego en la Junta Directiva Nacional del Partido Popular. José María Aznar ha comenzado a rectificar. Mejor dicho, José María Aznar ha comenzado a reconocer que el Gobierno ha podido equivocarse y está dispuesto a escuchar las críticas. Algo que en principio no es poco en la clase política,acostumbrada a atrincherarse y no reconocer nunca la posibilidad de la equivocación.

Es verdad que el primer escenario de los escogidos, la televisión pública, es un escenario cómodo y sin complicaciones. Pero también es cierto que por primera vez, en más de veinte días, los ciudadanos han podido oír a su presidente el reconocimiento de que algo no se estaba haciendo bien. Junto a eso habrá que decir que la intervención, con libre acceso de los medios de comunicación, del presidente Aznar ante la Junta Directiva del PP ha tenido una mayor relevancia política, con importantes claves internas. El presidente era consciente de las críticas que han realizado sus propios militantes sobre los errores del Ejecutivo; Aznar era consciente también del desasosiego que ha producido en sus filas la parsimonia de un presidente desentendido del desastre. Aznar, ante el máximo órgano de dirección del PP, ha querido pedir a todos tranquilidad, enviando un mensaje de que el Ejecutivo tiene las riendas de las crisis y que él personalmente está en la primera línea del problema. Algo que muchos de los dirigentes del PP no se han creído, pero que sí han entendido como un intento de rectificación de su presidente. Aznar les ha venido a decir: "De acuerdo me he despistado, pero desde este momento pienso aplicarme. Borrón y cuenta nueva".

Estas dos actuaciones consecutivas del presidente hay que enmarcarlas en una estrategia del Gobierno para reconducir una situación que se les ha ido políticamente de las manos hace muchos días. Con este "acto de contricción" público, el presidente intenta desactivar un importante desaguisado político que ellos mismos habían montado. Una vez que Aznar ha aceptado en público los errores, mantiene todavía dos asignaturas pendientes. La primera, el viaje a Galicia; la segunda, su presencia en el Parlamento.

Viajar ahora a Galicia, no va a solucionar nada, pero sería un claro exponente del intento de rectificar una política equivocada, al no haber aceptado el problema real. Ahora que Aznar ha reconocido la realidad de las cosas debería viajar a Galicia, de esa forma desactivaría otro problema más que él mismo se ha montado al no haber aceptado los errores en un principio.

La segunda asignatura pendiente es la presencia de Aznar en el Parlamento para explicar las medidas del Ejecutivo en esta crisis. Seguir insistiendo en rehuir la información parlamentaria del máximo responsable del Gobierno significaría que la rectificación del presidente ha sido pura ficción. Aznar dice que ha aceptado los errores, es un primer paso para solucionar la crisis política fruto de sus empecinamientos. Para que esta rectificación pública sea ciertamente eficaz debería completarse en todos los terrenos.

Solo deseamos que no tarde otros venticinco días en darse cuenta. ¡Por el bien de todos! Y, ¡ojo!, que por primera vez desde el Congreso de Sevilla se han movido los cimientos. Se han planteado interrogantes sobre el liderazgo de su presidente.

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